El caso de Emanuela Orlandi, la hija de 15 años de un empleado vaticano desaparecida en 1983, sigue dando sorpresas. En la mañana de este jueves se han abierto las tumbas de dos princesas alemanas sepultadas en el cementerio teutónico situado dentro del Vaticano porque la familia Orlandi recibió un mensaje animando a buscar allí sus restos, pero cuando los empleados de la Fábrica de San Pedro han abierto los sepulcros, se han encontrado con que están vacíos.
Lo ha explicado a los medios la abogada de la familia Orlandi Laura Sgrò, que ha asistido a la exhumación junto al hermano de la joven, Pietro. También estaban presentes los descendientes de las dos princesas alemanas que en teoría estaban enterradas en estas sepulturas desde la primera mitad del siglo XIX. Los trabajos de hoy debían aclarar dónde están los restos de Emanuela Orlandi, pero han desvelado en cambio la desaparición de otros dos esqueletos.
El portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, confirmó que las tumbas estaban vacías, pues dentro no había “restos humanos ni tampoco urnas funerarias”. Gisotti informó de que se realizará ahora una investigación para controlar las reformas realizadas en el camposanto teutónico a finales del siglo XIX y en los años 60 y 70 del siglo pasado.
Unas 15 personas participaron en las operaciones de esta mañana, que duraron unas tres horas. Había varios empleados de la Fábrica de San Pedro, encargados de abrir y cerrar los sepulcros, mientras que el forense Giovanni Arcudi y los miembros de su equipo se iban a ocupar de examinar los huesos para obtener muestras con las que realizar pruebas de ADN y cotejar los datos con la información genética de los familiares de Orlandi.
Antes de que se conociera que no había nada en los sepulcros, Pietro Orlandi consideró que el hecho de que el Vaticano permitiera estos trabajos suponía “un punto de inflexión” tras años de silencio y mostraba que la Santa Sede actuaba ahora “de forma completamente diferente y positiva”, según dijo a la agencia Aska.
Los familiares de la joven recibieron el pasado verano una carta anónima con una foto de la sepultura de una de las princesas alemanas con la leyenda: “Busque donde indica el ángel”. La tumba está adornado con la estatua de un ángel que lleva en las manos un libro abierto con el texto latino ‘Requiescat in pace’ (Descanse en paz).
Aunque la familia Orlandi solicitó solo la apertura de esa tumba, el Promotor de Justicia (fiscal) del Estado más pequeño del mundo optó por abrir también la que se encuentra al lado “para evitar posibles malentendidos sobre cuál podría ser la tumba indicada”, según explicó la Santa Sede en una nota.
Para Pietro Orlandi, esta decisión supone “un indicio más” de que el Vaticano ha terminado con “36 años de silencio” y ahora “quiere aclarar” lo que ocurrió con esta muchacha cuya desaparición sigue hoy conmocionando a la opinión pública italiana.