El rector de la Universidad Pontificia de México, sacerdote Mario Ángel Flores, se sumó a la polémica por la Cartilla Moral que promueve el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, y que han comenzado a difundir algunas iglesias cristianas y evangélicas entre sus feligreses.
Mario Ángel Flores, uno de los sacerdotes más reconocidos en México, aseguró que si bien una gran parte de la sociedad aprecia las buenas intenciones del gobierno federal para emprender una cruzada nacional a fin de moralizar al país, es evidente que “así como no se soluciona con una aspirina un cáncer que invade todo el organismo, tampoco se puede hacer gran cosa repartiendo un pequeño folleto de buenas intenciones”.
A través del artículo titulado “Moralizar a México”, publicado en el portal informativo de la Arquidiócesis Primada de México, el sacerdote reconoció que con todo y que la Cartilla Moral tiene su autoría en un personaje intachable como Alfonso Reyes, lo que se requiere en México son acciones de fondo.
Incoherencia en las políticas públicas
Consideró que lo primero que le corresponde al Estado mexicano es revisar la orientación educativa en sus niveles básicos, pues “si no formamos a nuestras nuevas generaciones desde las aulas escolares en el respeto a los valores éticos y morales, estamos perdiendo la batalla desde el principio”. Y es que –dijo– “cuando el sistema educativo está más preocupado en introducir la nociva ideología de género, el Estado mismo es causante del deterioro moral desde la infancia”.
También señaló que el gobierno actual, al estar más preocupado por federalizar el aborto, la liberalización de las drogas y otras conductas inmorales –aún contra la sensibilidad de la población y las legislaturas locales–, lo único que está propiciando es la degradación moral de la sociedad desde la raíz, “porque si no somos capaces de respetar la vida desde sus inicios y buscar el sano desarrollo de nuestros jóvenes, menos se respetará la vida y la salud en otros momentos de nuestra existencia”.
El papel de la Iglesia
Sobre la posibilidad de que la Iglesia católica también distribuya la Cartilla Moral en sus templos, Mario Ángel Flores explicó que, como bien ha expresado la Conferencia del Episcopado Mexicano a través de su Secretario General, la Iglesia tiene su propia tarea de evangelización y sus planes y proyectos pastorales para realizar su compromiso ante la sociedad.
Por ello, dejó en claro que “no es su tarea difundir un folleto, sino intensificar su compromiso en difundir el Evangelio, máxima expresión de humanidad, valores y exigencias morales y, al mismo tiempo, la Iglesia debe dar testimonio de ello con mayor autenticidad. Esta es su misión”.
La Iglesia Católica en México –concluyó– apoya plenamente los esfuerzos del gobierno para moralizar la sociedad, pero no se puede limitar a la difusión de un cuadernillo, sino a la revisión de la educación y las leyes. El gobierno debe apoyar a la sociedad en general, a las organizaciones civiles con finalidades humanistas en particular y a las asociaciones religiosas para ejercer con mayor libertad su tarea, a fin de trabajar juntos en la superación del grave deterioro social y moral en que hemos caído”.