Las restricciones gubernamentales a las religiones han aumentado en todo el mundo durante la última década, pero en particular en Europa. Lo revela el último estudio sobre esta cuestión elaborado por el prestigioso centro de estudios sociológicos Pew Research.
Según el informe, que recoge a 198 países, entre 2007 y 2017, las leyes, políticas y acciones de los gobiernos que restringen las creencias y prácticas religiosas han aumentado “marcadamente”. Aunque estas restricciones siguen siendo más altas en Oriente Medio y el norte de África, los mayores aumentos se han dado en Europa y en el África subsahariana.
Un claro ejemplo es el el creciente número de gobiernos europeos que ponen límites a la vestimenta de las mujeres musulmanas. En 2007, solo 5 países tenían tales restricciones en Europa. Sin embargo, 10 años después el número se cuadruplicó, situándose en 20 los países que prohiben ir tapadas a las mujeres.
Entre otras medidas, en 2017, Austria promulgó una prohibición de los velos de cara completa en los espacios públicos y Alemania prohibió los velos para cualquier persona que conduzca un vehículo motorizado o trabaje en la administración pública. En Suiza, los votantes de dos regiones aprobaron las prohibiciones de los velos faciales, mientras que los votantes de todo el país respaldaron la prohibición de construir nuevas mezquitas.
En Alemania y Eslovenia, grupos musulmanes y judíos protestaron contra las autoridades que describían la circuncisión infantil por razones no médicas como agresión u ofensa criminal. Mientras tanto, una nueva ley en Hungría implementada en 2012 cambió el proceso de registro para grupos religiosos y canceló el registro de más de 350 grupos, “afectando negativamente a sus finanzas y la capacidad de ofrecer servicios sociales caritativos”, señala el informe.
Pew Research también señaló que en España algunos gobernadores municipales –cita Cataluña– han introducido prohibiciones sobre los velos que cubren el rostro, y también han restringido la predicación pública y el proselitismo de grupos como los Testigos de Jehová y la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones).
Por otro lado, en 2007, 4 países informaron haber tenido individuos o grupos que usaron la violencia o la amenaza de violencia para tratar de obligar a otros a aceptar sus propias prácticas y creencias religiosas. Una década más tarde, hubo 15 países, incluido el Reino Unido, donde un hombre musulmán sunita mató a un comerciante musulmán ahmadí porque “había faltado al respeto al profeta Mahoma”.
Ucrania también se incluyó en esta lista: en 2015, 4 testigos de Jehová fueron golpeados y retenidos a punta de pistola en el país hasta que declararon al cristianismo ortodoxo como la única religión verdadera.
Así, miles de conversiones al cristianismo en Alemania están vinculadas a la crisis de los refugiados, según el informe. Y es que los grupos religiosos utilizaron el temor a la deportación para promover conversiones a cambio de comida y transportes gratuitos.
Dejando las fronteras europeas, el estudio señala que 52 gobiernos imponen altos niveles de restricciones a la religión, en comparación con los 40 gobiernos de 2007. Además, 56 países en 2017 estaban experimentando hostilidades sociales hacia la religión, frente a los 39 de 2007.
Entre los 25 países más poblados, los que tienen el mayor nivel de restricciones gubernamentales son China, Irán, Rusia, Egipto e Indonesia. Los niveles más bajos de restricción se registraron en Sudáfrica, Japón, Filipinas, Brasil y Corea del Sur.
Sobre la persecución a cristianos, Pew Research destaca que son perseguidos en 143 países, mientras que los musulmanes en 140.