El Gobierno de España pidió el pasado 4 de julio al Vaticano que aclarase si las declaraciones del ya exnuncio, Renzo Fratini, sobre la exhumación de Franco se corresponden con la postura oficial de la Santa Sede sobre este asunto. Dos semanas después, tienen la respuesta a la queja formar presentada por la embajadora Carmen de la Peña a Paul Richard Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados del Vaticano: las palabras fueron “expresadas a título personal”. Así lo explicó el director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti.
En una entrevista concedida a Europa Press, el nuncio cuestionó la decisión del Gobierno de exhumar a Franco del Valle de los Caídos: “Sinceramente, hay tantos problemas en el mundo y en España. ¿Por qué resucitarlo? Yo digo que han resucitado a Franco”. Unas palabras que escocieron en el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “El nuncio se ha manifestado en contra de una ley de nuestro país. Es una injerencia evidente. Un comportamiento absolutamente inaceptable”, dijo entonces la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
“Lamento si mis palabras han generado polémica”
Gisotti añade además: “Volvemos a reiterar que la posición de la Santa Sede sobre el tema de la exhumación de Franco es clara y ha sido ya expresada oficialmente en la carta que el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, ha enviado el pasado mes de febrero a la vicepresidenta del Gobierno español, Carmen Calvo, y ulteriormente reafirmada por el secretario general de la Conferencia Episcopal Española”.
El Vaticano también ha precisado que Fratini, a través de la prensa –concretamente en entrevista con Vida Nueva–, ha indicado que su intención no era meterse en cuestiones políticas internas. “Lamento si mis palabras han generado una cierta polémica. No pensaba que lo que comenté pudiera suscitar un problema. Si alguien lo interpreta como una injerencia, solo quiero dejar claro que no era mi intención absolutamente meterme en política”, expresó a esta revista.