“Por favor ni se les ocurra votar a quienes son defensores del aborto, de la eutanasia o que proponen la ideología de género, como si fueran derechos humanos a alcanzar”, expresó Conejero Gallego en la homilía de la celebración de la patrona de la ciudad y la provincia, Nuestra Señora del Carmen.
Misionero de la Consolata, nacido en Plasencia, llegó en 1976 a la Argentina. Y desde hace 22 años está a cargo del gobierno pastoral de la diócesis de Formosa, que comprende toda la provincia.
Vida Nueva Cono Sur tuvo la oportunidad de consultarlo sobre sus expresiones, teniendo el cuenta la repercusión de estas, en vista a las próximas elecciones.
Pregunta: ¿En qué consistió su prédica del pasado 16 de Julio?
Respuesta: En anunciar el designio del amor de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo a todos y a cada uno de hombres; pues “Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”.
P: ¿Qué valores quiso resaltar para las próximas elecciones nacionales y provinciales?
R. El valor de la vida, primero de todos, pues sin ella no pueden darse ningún otro valor, derecho o bien humano. El reconocimiento de la igual dignidad de toda persona. La aceptación gozosa de la propia identidad, dada por Dios y por la naturaleza humana. Además la verdad, la justicia, la igualdad, la concordia, la fraternidad, la paz… todos estos valores y bienes proceden del designio de Dios Amor para los hombres.
P: ¿Cómo ve a los jóvenes en este momento histórico que atraviesa el país?
R. Generosos y abiertos al bien; pero a la vez, frágiles y vulnerables ante la seducción del mundo del dinero, del éxito fácil, de los placeres efímeros, de la ambición del poder… son riesgos y desafíos, no solo para los jóvenes, también para los adultos.
P. También habló de los políticos…
R. Los políticos, quienes se sintieron y fueron llamados al servicio de la comunidad, recuerden la vocación al bien común. Sin parcialidades, ni partidismos que excluyan, sino que integren a todos; que busquen la verdad, humildes y sencillos, sin hipocresías ni intereses mezquinos, sinceros, honrados… al servicio de todos.
P. En su opinión, ¿a qué derechos los católicos y la gente de buena voluntad no deben claudicar?
R. A la vida, la verdad, la igualdad, la justicia, la libertad, la salud, el trabajo, la educación, la convivencia fraterna, la paz. Dios, por la intercesión de la Virgen Maria, nos ayude siempre a hacer su voluntad.