En Perú aumentan los conflictos sociales tras el derrame petrolero en Datem del Marañón, en Loreto, y el paro cívico contra el proyecto extractivista Tía María, en Arequipa, por lo cual Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), en nombre de los obispos, ha expresado que “el diálogo es el mejor medio para alcanzar y garantizar la paz social”. Así lo dio a conocer en un comunicado.
Además ha manifestado también que “así como el intercambio honesto y transparente de posiciones colabora con solucionar conflictos, pensamos que la responsabilidad de los actores permitirá darles una salida pacífica” a estas situaciones.
Canales de diálogo
Por otra parte, el prelado ha exhortado a las empresas a “buscar el crecimiento económico sostenible en armonía con la equidad social” con responsabilidad, especialmente “con comunidades originarias y el cuidado del medio ambiente” como también “deben absolver cualquier tipo de dudas y temores en torno a sus actividades extractivas, y colaborar en el establecimiento de canales de diálogo, con transparencia y honestidad”
“La lógica de la rentabilidad no puede oponerse a su responsabilidad para con la vida digna de las poblaciones de influencia directa o indirecta de sus proyectos y el medio ambiente”, ha expresado.
Igualmente a los gobiernos regionales y locales ha pedido “vocación al diálogo”, porque “están llamados a tutelar el ambiente de sus comunidades y a trabajar arduamente por el mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos”, por tanto son “los primeros llamados a trabajar en esta tarea, más allá de cualquier acción de responsabilidad social por parte de las empresas privadas”.
Responsabilidad de todos los peruanos
En este sentido, han pedido al gobierno nacional “promover el desarrollo integral” y también “institucionalizar las mesas de diálogo y velar por el cumplimiento de todos los acuerdos”, bajo un diálogo equitativo y bien informado.
Para ello es necesario “crear mecanismos de vigilancia y supervisión en los que participen el mismo Estado y las comunidades afectadas. La construcción de confianza está estrechamente vinculada a la verdad, a la fiabilidad mutua y al rol que cumpla un Estado neutral y garante de derechos”.
Finalmente han animado a las comunidades a asumir un rol protagónico y participativo para opinar “con responsabilidad y libertad, teniendo en cuenta no solo el bien propio sino el bien común de la región y del país”. También ha invitado a evitar posiciones extremas, porque “el bien común y el desarrollo sostenible son frutos de la responsabilidad de todos los actores sociales y en definitiva de todos los peruanos”.
Foto: CEP