Como es habitual, cada año, la Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes (CEMI) emite un comunicado para conmemorar el Día Mundial contra el delito de la Trata.
Este año, el texto titulado ‘La trata daña gravemente la humanidad’ comienza señalando que este delito humilla a los seres humanos, en diferentes formas y situaciones, especialmente a los más vulnerables de la sociedad. Afirman que se trata de una “degradante violación de la dignidad y de los derechos humanos de hombre, mujeres, niños y niñas”.
Los obispos de la Comisión Episcopal, resaltan las palabras del papa Francisco sobre este “crimen de lesa humanidad”:
“La trata, daña gravemente a la humanidad en su conjunto, destrozando a la familia humana y al Cuerpo de Cristo… constituye una violación injustificable de la libertad y la dignidad de las víctimas, dimensiones constitutivas del ser humano deseado y creado por Dios, por lo que debe considerarse un crimen de lesa humanidad”… “si bien queda mucho por hacer, son dignas de admiración las numerosas iniciativas que se desarrollan para prevenir el tráfico, proteger a los sobrevivientes y perseguir a los culpables” (11 de abril de 2019).
Con el fin de “garantizar resultados más incisivos y duraderos”, piden unir fuerzas en una acción que involucre a los países de origen, tránsito y destino de las personas objeto de trata.
A través de este comunicado también hacen un llamado a todos los actores religiosos, políticos y sociales para compartir experiencias y conocimientos. La tarea se centra en acompañar, defender y solidarizarse con las víctimas para encontrar caminos hacia “una solución pronta y duradera de este delito”.
Finalmente, piden al Dios de la Vida “el coraje y la decisión de ser capaces de escuchar los gritos de auxilio de tantas hermanas y hermanos privados de su dignidad y de su libertad…”.