Cultura

Memoria agradecida a Primo Levi en su centenario

  • Judío y militante antifascista, su vida estuvo marcada por los 10 meses que pasó en Auschwitz
  • Estamos ante el gran divulgador de la barbarie nazi, algo necesario en estos tiempos de desmemoria





El 31 de julio de 1919 nacía en Turín uno de los escritores paradigmáticos del siglo XX: Primo Levi. Así, hoy conmemoramos el centenario de una voz necesaria en estos tiempos de desmemoria… Judío y partisano, en 1943 cogió la lanza de Don Quijote y, junto a un grupo de compañeros, quisieron unirse a la resistencia antifascista. Inexpertos como eran, no tardaron en ser detenidos y entregados al ejército de ocupación nazi.

En marzo de 1944 fue deportado a Polonia, al campo de concentración nazi de Monowitz, perteneciente al complejo de Auschwitz. De los 650 judíos italianos que llegaron ese día al mayor símbolo de la infrahumanidad conocido, solo sobrevivieron 20. Diez meses después, ellos fueron los que pudieron saludar a los liberadores del Ejército Rojo, ya en las postrimerías de la II Guerra Mundial, con la derrota nazi a punto de concretarse.

El gran tema de su obra

La durísima experiencia llevó a Primo Levi a querer plasmarla en el negro sobre blanco para que jamás se olvidara. Se convirtió de este modo en uno de los principales divulgadores de las atrocidades del régimen hitleriano. Algo que logró con obras emblemáticas como ‘Si esto es un hombre’, centrada en lo vivido en Auschwitz, o ‘La tregua’, en la que narra su triste viaje de regreso a casa, con el utópico intento de volver a ser simplemente un hombre. También impactaría a millones de lectores su novela ‘Si ahora no, ¿cuándo?’, que versa sobre el periplo por Rusia y Polonia de una banda de partisanos judíos durante la II Guerra Mundial.

Sin duda, estamos ante un hombre apasionado. Alguien que se vuelca en el papel, desparramándose su alma entera, desnudo y sin dobleces. Tal fue ese modo de sentir que su propia muerte, el 1 de abril de 1987 en Turín, también está sujeta a mil interpretaciones. Caído por el hueco de una escalera, en los 30 años transcurridos siguen escribiéndose ríos de tinta tratando de responder a una pregunta: ¿suicidio o accidente?

¿Y si nunca escapó?

En caso de ser la primera, para muchos de sus seguidores solo hay una explicación: tristemente, Primo Levi nunca consiguió escapar del todo de Auschwitz. El peso del dolor habría doblegado, pese a todo, su lanza al viento clamando por Don Quijote. Eso sí, sea como fuera, de lo que no hay dudas es de que nos lo contó en muchas fotografías exactas vertidas sobre el papel. Para que no olvidemos. Para que nunca más lo volvamos a repetir.

“Aquellos que niegan Auschwitz estarían dispuestos a volver a repetirlo”… Primo Levi dixit.

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