“Les agradezco el largo camino que han recorrido para llegar aquí. Están algo cansados, ¿no? De una cosa estoy seguro: que dentro de ustedes se sienten más libres que nunca”. Así ha hablado el papa Francisco a la Unión Internacional de Guías y Scouts de Europa (UISGE), a quienes ha recibido hoy, 3 de julio, en el Vaticano. “¿Qué nos dice esto?, ha continuado, “que la libertad se conquista en el camino, que no viene de estar encerrado en una habitación con un teléfono móvil o drogándose un poco para escapar de la realidad”.
Los asistentes a la audiencia son participantes del Euromoot, una reunión internacional a la que asisten jóvenes de entre 16 y 21 años y que, desde el 27 de julio han recorrido distintos puntos históricos de Italia. Un viaje que ha constado de cinco etapas, cada una de ellas representada por un santo: Pablo de Tarso, Benedicto de Norcia, Cirilo y Metodio, Francisco de Asís y Catalina de Siena. “¿Qué tenían en común?”, ha preguntado Francisco. “Que no esperaron algo de la vida o de los demás, pero confiaron en Dios y se arriesgaron, se pusieron en el camino para realizar sueños tan grandes que después de siglos siguen haciendo el bien”.
“Dieron sus vidas, no se lo quedaron para ellos”, ha añadido, recordando cinco palabras de Jesús que “marcan un rumbo claro”: dar y se os dará. Algo que contrasta, radicalmente, con la tendencia actual de tener. “Muchos viven con el único propósito de poseer lo que les gusta, pero nunca están satisfechos, porque cuando tienes una cosa, quieres otra y otra y así sucesivamente, sin fin, sin encontrar lo que es bueno para su corazón”, porque este se entrena con el “darse”.
“Dar significa levantarse del sillón, de las comodidades que te hacen centrarte solo en ti mismo y comenzar a caminar”, ha explicado el Papa, que ha pedido a los jóvenes, provenientes de toda Europa, que “no dejen la vida en la mesita de noche”, que “no se conformen con mirarla en la televisión, no crean que será la próxima aplicación para descargar que les hará feliz”. Pero salir al camino a veces puede llevar al desaliento. “Confía en Jesús”, ha apostillado, ya que “Dios nunca deja con las manos vacías, y cuando parece quitarte algo, es solo para darte más y mejor, para ponerte en camino”.
“Jesús te hace feliz por dentro, no por afuera, porque te da lo que nada puede darte”, ha subrayado. Y es que “el último smartphone, el auto más rápido o el vestido de moda, además de nunca ser suficiente, nunca te darán la alegría de amar y ser amado”. Por eso, Francisco ha animado a los jóvenes a seguir adelante en el camino aunque a veces piensen que solo sus obras no son suficientes. “Esto no es cierto, porque sois únicos, cada uno de vosotros, y nadie puede darle al mundo lo que estáis llamados a darle”, ha recalcado, “cada uno es precioso”.
Francisco ha resaltado, además, lo que en el lenguaje scout llaman “salida”, que es cuando “eliges que el servicio sea tu estilo de vida”, ya que solo así se “construyen puentes con los demás”. “Cuando, por otro lado, estás solo en el aire, perdiéndote en fantasías, vives en pompas de jabón, y una vida que deambula por el aire se evapora en lugar de seguir adelante”.
Esos puentes son, precisamente, los que estos jóvenes están llamados a construir para el futuro de una Europa que “no solo requiere observadores atentos, sino también constructores activos: constructores de sociedades reconciliadas e integradas, que dan vida a una Europa renovada”. Personas que no “protegen espacios, sino que generan reuniones”, porque “con sus viajes y sueños ya están forjando el espíritu europeo”.