Los obispos de Colombia evalúan el primer año de gestión del gobierno de Iván Duque

  • Han expresado sus pareceres sobre asuntos como relaciones con China y la propuesta de cadena perpetua y pena de muerte a violadores de menores
  • “Más que juzgarle lo animo a que se dedique profundamente al trabajo que se trazó”, ha dicho Oscar Urbina

Los obispos de Colombia evalúan el primer año de gestión del gobierno de Iván Duque

En el marco de la presentación de su mensaje por el Bicentenario de la Independencia, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) se ha hecho eco de temas sobre la realidad actual del país, especialmente en lo concerniente del primer año de gestión del presidente Iván Duque.

De esta manera, durante la rueda de prensa ofrecida, el pasado lunes, 5 de agosto, Oscar Urbina, arzobispo de Villavicencio y presidente de la CEC, Elkin Álvarez, obispo auxiliar de Medellín y secretario general, y Francisco Nieto Súa, obispo de Engativá y presidente de la comisión episcopal para las comunicaciones, han expresado, en la ronda de preguntas, sus pareceres sobre asuntos como relaciones con China, primer año de gestión de Iván Duque y la propuesta de cadena perpetua y pena de muerte a violadores de menores.

Ni descalificar ni aprobar

Tras ser consultados por Vida Nueva sobre qué tan ‘políticamente correcto’ fue visitar al gobierno chino – principal aliado del régimen de Nicolás Maduro – los obispos, en voz de Francisco Nieto Súa, han aseverado que en estos procesos políticos “sin duda hay contrastes y dificultades que no podemos con una palabra mitigar, no podemos ni descalificar ni aprobar, lo que sí nos plantea es una realidad que debe ser atendida”.

“En este contexto el pueblo colombiano ha sido generoso, muy cercano a la dificultades. En este sentido nos ha faltado a lo largo de nuestra historia suficientes líderes, lo digo con respeto, incluso desde la perspectiva nuestra, la católica. Necesitamos gente que ofrezca su vida, que sean mucho más entregados, incluso entre nosotros mismos, tengo que reconocer que nos falta a los sacerdotes y a los obispos mayor generosidad, mayor querer”, ha dicho.

El obispo de Engativá también ha destacado que “el presidente tiene que cumplir con tareas de relaciones internacionales, de economía”, pero a su vez fustigó la actuación de EEUU, que a su juicio “no han tenido la claridad y la valentía para brindar apoyo al pueblo de Venezuela”.

Todo en su justa dimensión

Sobre el liderazgo del presidente Duque a un año de su gestión, duramente criticado por sectores de oposición, habidas cuentas del asesinato de líderes sociales, el recrudecimiento de la violencia y el aumento del costo de la vida, Oscar Urbina ha señalado que “es bien complejo que una sola persona pueda enfrentar tantas problemáticas, aquí es donde nace la necesidad del trabajo en conjunto”.

Para el presidente del episcopado colombiano “sería injusto en un año decir, no se logró la unidad, no se ha avanzado en los diversos campos, especialmente en superar la misma polarización, que no haya todavía ni educación, ni trabajo, ni techo, ni tierra para todos. Más que juzgarle lo animo a que se dedique profundamente al trabajo que se trazó, él es quien debe rectificar”.

Todo en su justa dimensión, bajo esa premisa lo plantea, porque “juzgarlo desde una polarización no sería lo correcto”, puesto que “también ha habido pequeños avances”. Considera que no puede juzgar a él y a todas estas personas que votaron por su propuesta de gobierno. “Me perece que no sobra una voz de ánimo y esa voz de ánimo lleva también a un llamamiento que es lo que tiene que rectificar”.

Es un crimen gravísimo

Otro de los temas infaltables en la agenda fue el de la propuesta del presidente Duque de establecer cadena perpetua y pena de muerte a violadores de niños, el cual nuevamente presentó el pasado 20 de julio con motivo del 208° aniversario de la declaración de Independencia.

Al respecto Elkin Álvarez, secretario general y obispo auxiliar de Medellín, ha recordado que dentro de la enseñanza de la iglesia católica desde hace muchos años está la recomendación de no establecer la cadena perpetua y pena de muerte, porque “sería negar la oportunidad de encontrar otros caminos para hacer correctivos frente a estas situaciones”.

Según Álvarez “la Iglesia reconoce que los gobiernos pueden implementar este tipo de medidas en torno a las actividades criminales”,  sin embargo aclara, especialmente para evitar confusiones que “el tema del abuso contra los niños, niñas y adolescentes, la violencia sexual, es un crimen gravísimo y que se deben encontrar maneras para prevenirlo y sancionar los casos”.

“Como obispos de la Iglesia, esto lo estamos haciendo, cada día lo reiteramos tomando las medidas justamente para tratar este tema”, finalizó.

Foto: Andina

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