La Secretaría de Estado ha hecho llegar un telegrama de condolencia por las víctimas que han dejado las inundaciones monzónicas que han afectado a las regiones indias de Kerala, Karnataka, Maharashtra y Gujarat en los últimos días. El cardenal Pietro Parolin lo ha remitido a las autoridades locales en nombre del Papa.
En el texto se señala que el pontífice está “profundamente entristecido al enterarse de la trágica pérdida de vidas en los monzones de los últimos días” y que es “consciente de todos los que han perdido sus hogares y su sustento”. Por eso el pontífice “envía sus más sentidas condolencias a los familiares de los fallecidos y heridos” y “garantiza sus oraciones por los esfuerzos de rescate en curso, y sobre la nación invoca de corazón las bendiciones divinas de la fuerza y la perseverancia”.
Este telegrama se ha hecho público el día en el que la Oficina Numismática del Vaticano ha puesto a la venta la medalla conmemorativa del 7º año de pontificado del papa Francisco. con diseño de Orietta Rossi, tiene grabado el escudo papal y en el reverso una alegoría sobre las evangelización en la Amazonía en cuyo entorno selvático se ve una celebración del bautismo y de la eucaristía. El relieve se completa con el versículo del Génesis en latín “Y vio Dios que era bueno”.
Valentín Díaz, el cura de la cárcel que ha implicado a toda su parroquia
Aunque los formadores del seminario dejaban la puerta abierta a que el sacerdote de la diócesis de Valladolid Valentín Díaz Velasco a lo mejor se había equivocado de camino, hoy es feliz al frente de la parroquia de Villanubla y como capellán de la prisión, como lo cuenta El Norte de Castilla. Con la ayuda de los fieles ha puesto a disposición de los reclusos que salen de permiso un piso por el que llegan a pasar hasta 20 personas al año.
Este sacerdote que además es titulado en Magisterio, Química y Derecho ha llenado de libros las estanterías del piso, las sillas las donó una entidad bancaria y con ayuda de los fieles han ido comprando una plancha o un microondas… Y es que en Villanubla están acostumbrados a ser acogedores: “Durante años tuvimos una asociación con la que atendíamos a los hijos de las madres extranjeras que estaban en prisión y se encontraban más desamparadas”, cuenta en el reportaje.
“Cuando digo que soy el capellán de la cárcel (desde 1996), la mayor parte de la gente se piensa que soy la persona que se encarga de decir la misa. Lo más importante de mi trabajo en prisión es hablar. Hablar. Acompañarles”, apunta. Y respecto al piso, “suelen aprovechar esos días de libertad para hacer papeleo, para renovar el DNI si tienen que hacerlo, para comprarse algo de ropa, para bajar a Valladolid en el autobús y allí dar un paseo, comer un menú del día. Muchos trabajan en prisión y consiguen algo de dinero”… eso si, sin meterse en líos, sin molestar al pueblo y sin dejar de soñar en la libertad.
El obispo auxiliar de Puebla se planta frente a los linchamientos
Los linchamientos que se están produciendo en el diferentes municipios del estado de Puebla, en México, son en palabras del obispo auxiliar de la archidiócesis, Felipe Pozos Lorenzini, inadmisibles. Como continuamente han denunciado los párrocos, este uso de la fuerza es para los católicos un acto de barbarie.
Para Pozos, la Iglesia católica siempre colabora para llamar a la paz y a la concordia. Así, el arzobispo Víctor Sánchez se encuentra visitando algunas de las regiones que viven estos brotes de violencia. Las últimas informaciones, según Tribuna de Noticias, hablan de algunas detenciones en las poblaciones de Seco y en Ixtapalucan de familias que buscaban venganza contra quienes han cometido algún delito por la ausencia de policía en la zona.
Por ello, en la visita pastoral los prelados están haciendo una llamada continua a la paz entre las familias y el respeto. Además, según informan, “se ha recomendado a los sacerdotes de la diócesis promover los valores de la familia y de insistir en sus homilías de misa la recomendación de evitar la justicia por propia mano, por más daño que haya cometido un vecino o un delincuente; de la justicia se encarga el Estado y no la población”.