Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria y miembro de la Comisión Episcopal de Migraciones, se ha sumado a las voces de quienes han pedido que se les conceda el derecho de asilo a las personas rescatadas por el barco Open Arms y que busca llegar a puerto seguro desde hace 14 días. Para el prelado, “cada vida cuenta” y por ello, denuncia que se están incumpliendo los acuerdos internacionales en lo que se refiere al derecho de auxilio y refugios. “Todas las personas tenemos que ser atendidas y acompañadas ante momentos difíciles como lo está siendo éste”, señala.
Es inhumano mirar para otro lado
A través de un comunicado, en el que ofrece la ayuda de la diócesis tanto al Gobierno como a la Unión Europea para “ser parte de la solución”, recuerda que “todas las personas merecen ser atendidas sin importar la procedencia o las circunstancias”. “Es inhumano mirar para otro lado”, añade.
Frente a las críticas, el obispo, asegura que “la Iglesia es plenamente consciente de la labor de los voluntarios y profesionales del Open Arms y les agradece la ayuda y el acompañamiento a los inmigrantes y refugiados”. Lo que contrasta con la labor de las autoridades: “el desamparo y la falta de respuesta incumplen los acuerdos internacionales en lo referido a auxilio a personas refugiadas o migrantes”.