Este sábado se conmemorará el segundo aniversario de los atentados de las Ramblas y Cambrils, el acto institucional se repetirá a las 10 de la mañana en Barcelona aunque la división entre las víctimas de los ataques hace que sea un momento sin discursos por parte de los representantes del Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona que han anunciado su presencia. La división es tal que alguno de los colectivos ha organizado el homenaje por su cuenta al margen de la convocatoria institucional.
Por su parte, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha manifestado a través de la cuenta de Twitter de la diócesis “nuestro recuerdo y oración para las víctimas de aquel fatídico 17 de agosto de 2017. Que la paz del Señor esté siempre con vosotros”.
Homenajes paralelos
Mientras el proceso judicial sigue abierto a la espera de inicial el juicio, el recuerdo de las 16 personas que resultaron fallecidas y las 137 heridas se hará a través de un acto corto. Está previsto que se deposite una flor blanca en el Memorial de la Rambla y se guardará un minuto de silencio. Han confirmado su asistencia el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska; la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; el presidente de la Generalitat, Quim Torra; el del Parlament, Roger Torrent; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, o la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera. Torra acudirá a Cambrils para participar en una ofrenda floral en el paseo marítimo el día 18.
Frente a este acto la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas ha convocado su acto a las 11:30 h. en el inicio de las Ramblas y además de la ofrenda floral una soprano de Paría interpretará el Ave María de Schubert. Algunos políticos que no simpatizan con el nacionalismo acudirán a este acto que busca huir de la instrumentalización política.
Fundamentalismo religioso
Uno de los puntos de discusión que ha aparecido en las investigaciones y que ha dividido a las víctimas es el papel que ha tenido Abdelbaki Es Satty, el conocido imán de Ripoll (Gerona). El clérigo está considerado por muchos como el cerebro de los atentados tras un proceso de radicalización de los jóvenes acusados –Driss Oukabir, Mohamed Ouli Chemlal y Said Ben Iazza–, pero algunas informaciones lo vinculan además con el gubernamental Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
La comunidad islámica que desde el primer momento condenó sin fisuras el atentado ha decidido mantener un perfil bajo en este segundo aniversario, centrando el protagonismo en las víctimas. También la archidiócesis de Barcelona, que organizó una eucaristía en la Sagrada Familia tras el atentado, mantiene la discreción sin actos oficiales más allá del recuerdo en las celebraciones de este fin de semana, especialmente en las zonas más afectadas. Mientras, la agenda oficial de la diócesis está libre hasta la misa internacional en la Sagrada Familia del domingo, la misma en la que hace 2 años se rezó por todas las víctimas. A pocos metros del lugar del atentado en Barcelona está la parroquia de Santa Anna y la mezquita de Tariq Bin Ziyad, en ambos lugares de culto no se olvida el ataque terrorista.