Al despedirse de Bogotá, el pasado mes de julio, el obispo emérito de Ciudad Rodrigo que estaba concluyendo el final de un año sabático, señalaba que estaba “a disposición total del papa Francisco, que dentro de unos días, a través de la Congregación para los Obispos, me dirá mi nuevo destino. Yo estoy abierto a todo”. Para Raúl Berzosa, de 62 años), estos 6 meses en la capital colombiana, seguían a un tiempo de retiro en un monasterio francés tras dejar la diócesis “por motivos personales” en junio de 2018.
En una entrevista con Vida Nueva, Berzosa confesaba estar en estos momentos “a disposición total del Papa” en lo que al nuevo destino se tratase tras haber vivido “un momento sorprendente y nuevo, que está resultando ser como una segunda luna de miel ministerial”.
Al servicio de la Santa Sede
Ahora, a través de un escueto comunicado se confirma que el prelado, “a partir de septiembre, durante el curso 2019-2020, estará al servicio de la Santa sede”, sin precisar el departamento o dicterio al que eventualmente se incorporaría el obispo que tiene formación diplomática. De esta manera “concluye así el año de retiro autorizado por el Papa Francisco”.
Con este motivo, “el prelado civitatense, ha mostrado su agradecimiento sincero a sus feligreses, paisanos y a todas las personas que se han interesado por su situación durante los últimos meses”. Además, concluye el texto, “ha pedido oraciones para poder cumplir su nuevo servicio y misión en Roma”.
