Así me convertí: Peter Seewald

El alemán Peter Seewald lo ha sido todo en el periodismo de su país: director de ‘Der Spiegel’ y redactor de cabeceras de referencia como ‘Stern’ o ‘Süddeutsche Zeitung’. Pero, si ha llegado a ser una firma de renombre mundial, es por un encuentro que él mismo no esperaba: el que tuvo en 1996 con el cardenal Joseph Ratzinger.

Por aquel entonces, Ratzinger era el prefecto del Dicasterio de Doctrina de la Fe (la antigua Inquisición) y esa fama de “ortodoxo” le acompañaba de un modo especial en su Alemania natal, donde tenía más detractores que defensores.

Adiós a los estereotipos

Con esa imagen asumida como propia fue a entrevistar Seewald a Ratzinger. Pero enseguida se le cayó la careta del estereotipo y, como él mismo dijo, se encontró con una persona humilde y constructiva, que le dejó muchas más preguntas en su cabeza de las que el propio periodista le formuló. Fue tal el impacto que, en vez de una entrevista, salió publicado un libro: ‘La sal de la Tierra’.

La obra tuvo mucha repercusión, que se multiplicó cuando Ratzinger fue elegido Papa en 2005 y adoptó el nombre de Benedicto XVI. Para entonces, hacía mucho que se habría obrado un gran cambio interior en Seewald: había vuelto al catolicismo de su infancia, el mismo que abandonó durante décadas, cuando orilló completamente la fe en su día a día.

Un hombre bueno

En ese camino, reconoció el periodista, siempre se sintió interpelado por el testimonio de un hombre bueno y que le abrió la mirada para reconocer a otro mucho más importante: Jesús de Nazaret.

Actualmente, Seewald sigue escribiendo preferentemente de religión, siendo icónicos otros tres libros-entrevista con Ratzinger: ‘Dios y el Mundo’ (2002), ‘Luz del Mundo’ (2010) y ‘Ultimas Conversaciones’, publicado cuatro años después de la renuncia de Benedicto XVI al pontificado, en 2016.

“Papa es el Papa”

Fruto de su estrecha unión con Ratzinger, hay que prestar mucha atención a Seewald cuando lanza este dardo a quienes tratan de atacar a Francisco, presuntamente, elarbolando la bandera de Benedicto XVI: “Papa es el Papa”.