El Tribunal Supremo de Victoria ha ratificado la condena a seis años de cárcel por abusos sexuales a menores al cardenal George Pell, ex ministro de finanzas de la Santa Sede.
Así lo ha comunicado la presidenta del tribunal, Anne Ferguson, durante la lectura del fallo en el que dos de los tres jueces desestiman la apelación presentada por la defensa del purpurado. Mientras, Pell escuchaba la nueva sentencia, acompañado por su familia y con un gesto de profundo abatimiento. El purpurado llegó al tribunal a las ocho y media de la mañana entre fuertes medidas de seguridad y entre el revuelo provocado por la manifestación convocada por asociaciones de víctimas de abusos.
Pell, de 78 años, se encuentra en prisión desde el pasado mes de febrero cuando fue hallado culpable de cinco cargos de abuso a menores, incluido uno de penetración oral, cometidos contra niños del coro de la catedral de Melbourne entre 1996 y 1997.
“Ni mentía ni falseaba”
“El juez Maxwell -presidente del Tribunal de Apelaciones de Victoria- y yo aceptamos la presentación de la acusación que argumentaba que el demandante era un testigo convincente, que claramente no mentía ni fantaseaba y que era un testigo de la verdad”, expuso la magistrada en la lectura de la sentencia.
Tumbaba así el principal argumento de la defensa de Pell, que sostenía que no se podía mantener un veredicto de culpabilidad al basarlo únicamente en el testimonio de una víctima, sin aportar más pruebas. Los magistrados también tiraron por tierra los intentos de demostrar errores de procedimiento que hubiesen obligado a repetir el juicio.
Ferguson también relató que el caso de Pell había “dividido a la comunidad”, pero el veredicto del jurado de su juicio original había sido unánime y que “no tuvieron dudas” sobre esta nueva decisión. Es más, explicó que los tres jueces han visto todas las grabaciones de la vista oral, incluida la entrevista grabada con el cardenal Pell y los testimonios dados por 12 de los 24 testigos. “Esas grabaciones duraron más de 30 horas y las hemos visto más de una vez”, apostilló.
Seis años entre rejas
Durante la lectura del fallo, la jueza también confirmó que el cardenal seguirá cumpliendo su pena de seis años de cárcel, si bien se le podría conceder la libertad condicional en 2022, cuando cumpla tres años y ocho meses entre rejas.
Aún así, los abogados de Pell han señalado que el purpurado está “obviamente decepcionado” y ya han anunciado que examinarán con detalle la extensa decisión judicial “para determinar si la apela ante el Tribunal Superior” de Australia.
Mano de hierro financiera
Cuando el Papa le escogió para formar parte del Consejo de Cardenales -órgano asesor para la reforma de la Iglesia- y le nombró prefecto para la Secretaría de Economía de la Santa Sede en 2014, Pell ejerció esta encomienda con mano de hierro. Su empeño por promover la transparencia en las cuentas vaticanas le llevó a ganarse no pocos enemigos en la Curia.
Ahora, este mérito reconocido por quienes han seguido de cerca este proceso de limpieza en las finanzas vaticanas, queda completamente ensombrecido por la ratificación de una condena que le convierte en el máximo responsable de la Iglesia que está en la cárcel por pederastia.
Cuando se conoció la sentencia del pasado febrero, Francisco decidió no renovarle en su cargo -se cumplían los cinco años exactos de su contrato como prefecto- y por primera vez se iniciaba al respecto una investigación desde Doctrina de la fe. En aquel momento, a través de un comunicado el Vaticano calificó la decisión judicial como “dolorosa”, si bien se apuntó que “Pell tiene el derecho de defenderse hasta el último nivel”.