La Iglesia latinoamericana se pronuncia ante los incendios en la Amazonía: “No es un asunto local, sino de alcance global”

  • Frente a la grave tragedia “de proporciones planetarias”, los obispos del continente levantan su voz por la Amazonía
  • El CELAM urge a los gobiernos de los países amazónicos “tomar serias medidas para salvar al pulmón del mundo”

La Iglesia latinoamericana se pronuncia ante los incendios en la Amazonía: “No es un asunto

Cuando solo restan algunas semanas para el inicio de la Asamblea especial del Sínodo de los Obispos para la región panamazónica, el próximo 6 de octubre, el mundo asiste a una de las mayores tragedias socioambientales de los últimos tiempos, por cuenta de las llamas que desde hace varios días arrasan vorazmente miles de kilómetros en la Amazonía.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales, en lo corrido de este año se han registrado 72.843 focos de incendios en Brasil, la mitad de ellos en la región amazónica. Solamente en el Estado de Mato Grosso, uno de los más afectados los incendios aumentaron hasta en un 205%, con relación a 2018. La tragedia se ha incrementado en las dos últimas semana, y ha cobrado relevancia a nivel internacional en portadas, imágenes y videos que le dan la vuelta al mundo.

“Levantamos la voz por el Amazonas”

También la Iglesia en América Latina, a través de la presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), levanta su voz por la Amazonía a través de un pronunciamiento en el que los obispos manifiestan su “preocupación por la gravedad de esta tragedia que no solo es de impacto local, ni siquiera regional sino de proporciones planetarias”.

La misiva, firmada por el presidente del CELAM, Miguel Cabrejos Vidarte, obispo de Trujillo (Perú), los cardenales vicepresidentes Odilo Scherer (Brasil) y Leopoldo Brenes (Nicaragua), el presidente del consejo de asuntos económicos, Rogelio Cabrera (México), y el secretario general del organismo latinoamericano, Juan Carlos Cárdenas (Colombia), subraya la solidaridad de la Iglesia con los pueblos indígenas que habitan el territorio, uniéndose a múltiples voces que gritan para “detener la devastación”.

Particularmente, los obispos urgen “a los gobiernos de los países amazónicos, especialmente de Brasil y Bolivia, a las Naciones Unidas y a la comunidad internacional a tomar serias medidas para salvar al pulmón del mundo“. 

Todo el planeta sufre con la Amazonía

Lo que le pasa al Amazonas no es un asunto solo local sino de alcance global. Si el Amazonas sufre, el mundo sufre“, denuncia el CELAM, haciendo propias las palabras del ‘Instrumentum laboris‘ del Sínodo: “en la selva amazónica, de vital importancia para el planeta, se desencadenó una profunda crisis por causa de una prolongada intervención humana, donde predomina una ‘cultura del descarte’”. 

Del mismo modo, los obispos latinoamericanos enfatizan, a la luz del mismo Documento preparatorio que “la Amazonía es una región con una rica biodiversidad, es multiétnica, pluricultural y plurirreligiosa, un espejo de toda la humanidad que, en defensa de la vida, exige cambios estructurales y personales de todos los seres humanos, de los Estados y de la Iglesia. Esta realidad supera el ámbito estrictamente eclesial amazónico, porque se enfoca en la Iglesia universal y también al futuro de todo el planeta”. 

El mensaje concluye con un llamado a ser “custodio de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente”, haciendo eco a las palabras del papa Francisco al inicio de su pontificado.

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