El papa Francisco ha hecho del diálogo interreligioso uno de los ejes de su pontificado. Incuso cuando se trata de abrazos silenciosos… Como el que dio ayer, jueves 22 de agosto, en la residencia Santa Marta. Sin ningún tipo de difusión en los medios vaticanos, Bergoglio recibió en audiencia privada a la Fundación HispanoJudía (FHJ).
En una audiencia sin precedentes, la entidad quiso explicar al Pontífice los numerosos proyectos con los que buscan ahondar en la relación entre el mundo de habla hispana y el judío.
Una nutrida delegación
Encabezada por su presidente, David Hatchwell, y por el gran rabino Isaac Sacca, formaron parte de la delegación nombres tan reconocidos (judíos y no judíos, pues había miembros del patronato y amigos de la fundación de diferentes países del mundo) como los de Alberto Ruiz-Gallardón, Alicia Koplowitch, Nacho Cano, Juan Luis Cebrián, Mar Flores o la embajadora de España ante la Santa Sede, Carmen de la Peña.
Según ha dado a conocer a Vida Nueva la FHJ, en su discurso, Francisco manifestó a los presentes “la gran alegría que representa para él recibir a los miembros de la FHJ de la mano del gran rabino Isaac Sacca, de quien dijo les une en una gran amistad. El Papa, con ternura, recordó su infancia en Argentina, donde tuvo la oportunidad de convivir con niños de distintas religiones, en especial judíos, con quienes compartía experiencias vitales y valores que lo hicieron crecer y convertirse en un lo que es hoy, un hombre de paz“.
Seis siglos de relación
David Hatchwell entregó al Santo Padre un facsímil de la Biblia de Alba, que data de 1422 y que fue traducida del hebreo al castellano por el rabino Moises Arajel bajo encargo del gran maestre de la orden de Calatrava, Luis de Guzmán, para enseñar al bajo clero la herencia judía del cristianismo.
Con ese objetivo, el de la construcción de puentes entre religiones y culturas con una raíz común, la Fundación, en sus tres años de existencia, trata de “construir vínculos afectivos que nos permitan reconstruir un mundo de respeto, empatía y valores donde se respete la santidad de la vida humana”.
Oración conjunta
El cercano encuentro concluyó con un acto de hermandad en el que el papa Francisco y el gran rabino Sacca pronunciaron en hebreo y en español la oración aharónica hacia todos los participantes; sin duda, un encuentro único en la historia judeo-cristiana.
Pese a su corta trayectoria, la FHJ impulsa una prolífica actividad cultural, patrocinando libros, exposiciones, conciertos, viajes y encuentros ecuménicos. También, junto a la RAE, ha establecido la Academia del Judeo-Español. Su próximo objetivo es inaugurar en Madrid un Museo Judío que genere un eco internacional.