El obispo de Kumbo, en Camerún, ha pasado, seguramente, las horas más surrealistas de su vida… Fue este pasado sábado 23 de agosto cuando, en apenas unas horas, George Nkuo fue secuestrado y liberado por un grupo secesionista autodenominado Guerreros Bui, que reclaman, junto a muchas otras bandas, la proclamación de la República de Ambazonía, separada de Camerún.
El prelado regresaba de una reunión en el municipio de Bamenda cuando fue captado por los milicianos, que le condujeron a un lugar desconocido. Tras anunciarlo a través de las redes sociales y conseguir el correspondiente eco mediático, optaron por soltarlo al cabo de unas horas.
Solo una conversación
Según aseguraron los propios representantes de los Guerreros Bui, solo se trató de “una conversación con su obispo”. Y es que, debido a la situación de seguridad en la región, “la forma de acercarse para interactuar con él puede ser diferente”.
Lo cierto es que, según mostraron en las imágenes que distribuyeron en sus redes, a Nkuo se le veía sonriente cuando era conducido a su casa en moto… y con un pollo de regalo.
“La conversación terminó y el obispo está en casa. Dios bendiga a los luchadores de Ambazonía”, concluía el comunicado que cerraba un más que curioso episodio. Y es que, para sus captores, fue todo menos un secuestro: “Los Guerreros Bui le suplicaron que abriera la iglesia que cerró y que los bendijera. Algunos dicen que el obispo fue secuestrado. A la gente le gusta usar palabras equivocadas. Los Guerreros Bui son cristianos, el rebaño del obispo. Tuvieron una conversación con el obispo y el obispo salió de la casa con placer con un regalo de los combatientes de Ambazonía. Las lluvias han retrasado su movimiento, pero los Guerreros Bui lo acompañan a casa”.