En la última audiencia general del mes de agosto, celebrada en la plaza de San Pedro del Vaticano, el papa Francisco destacó este miércoles que los enfermos son “privilegiados para la Iglesia”, por lo que los sacerdotes y laicos no deben “descartarlos, sino cuidarlos”. “Son objetos de la preocupación cristiana”, dijo, asegurando que el capítulo quinto de los Hechos de los Apóstoles presenta a la comunidad eclesiástica naciente como un “hospital de campo que acoge a las personas más débiles, es decir, a los enfermos”.
En su alocución, el Pontífice reflexionó sobre la figura del apóstol Pedro y subrayó como su sombra era una “caricia sanadora, efusión de la ternura del Resucitado que se inclina sobre los enfermos y restituye dignidad, vida y salvación”. De este manera, “Dios manifiesta su cercanía y hace que las llagas de sus hijos se conviertan en lugar teológico de la ternura divina”.
Improvisando sobre el texto que tenía preparado, Jorge Mario Bergoglio dijo que “en las llagas de los enfermos, en las enfermedades que son impedimentos para seguir adelante en la vida, siempre está la presencia de Jesús”. Cristo invita así a “cada uno de nosotros a que les apoyemos, les acompañemos y les cuidemos”.
Escucha sin reservas
El Papa habló en la última parte de su catequesis sobre la importancia para los fieles de “escuchar a Dios sin reservas y sin cálculos”, para ser capaces de “adherirnos a Él para ser capaces de aliarnos con Él y con quien nos encontramos por el camino”. Por eso animó a rogar al Espíritu Santo la fuerza para “no asustarnos frente a quien nos manda que nos callemos, nos calumnia e incluso atenta contra nuestra vida”.
En la audiencia general participó el lendakari, Íñigo Urkullu, que saludó a Francisco para reunirse después de forma privada con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin. El presidente del Gobierno vasco se encuentra en Roma para presentar la propuesta ‘Share’, una iniciativa de la que forman parte diversos territorios subestatales europeos para acoger a los refugiados y a los migrantes en situación de mayor vulnerabilidad.
