El estreno de la semana: ‘Quien a hierro mata’
Mario (Luis Tosar), un tipo ejemplar y apreciado por todos, trabaja como enfermero en la residencia de ancianos de un pueblo de la costa gallega. La salida de prisión de un conocido narco de la zona y su posterior ingreso en el centro vienen a alterar su plácida existencia. Sucios negocios, una deuda que saldar… pero él tiene sus propios planes.
Apenas dos años después de su triunfo con la aterradora ‘Verónica’, el valenciano Paco Plaza vuelve a la carga con este áspero ‘thriller’ sobre ajustes de cuentas, rencor con sabor a hiel y todo un retablo de miserias morales que golpean a los personajes en litigio tanto como al espectador.
Sus imágenes sobrias y contenidas constituyen el contrapunto perfecto de la violenta espiral de ira que hace avanzar la trama. Un relato sobre herencias y cargas familiares, al que el realizador confiere cierto aire costumbrista para aliviar la potencia visual y dramática que imprime con cada golpe.
No es la primera vez que el cine nos muestra a un hombre corriente en una situación extraordinaria. Gente haciendo el mal no porque quiera, sino porque se le presenta la ocasión. Y eso, si se sabe aprovechar, da mucho juego… en pantalla.
Todavía en cartelera: ‘Érase una vez… en Hollywood’
Quentin Tarantino nos traslada a la meca hollywoodiense de finales de los 60, un tiempo dorado para la industria del entretenimiento en el que conviven viejas glorias y actrices emergentes, héroes y villanos… Un microcosmos en el que no falta de nada, ni siquiera el movimiento ‘hippie’ como respuesta a la cultura pop dominante.
Allí comparten sus afanes la estrella decadente de una serie televisiva que busca dar el salto a la gran pantalla (un deslumbrante Leonardo DiCaprio) y su doble de acción (un aterrizado y socarrón Brad Pitt), fiel asistente, compañero y amigo del actor en crisis.
Sobre ambos, y la química que fluye entre ellos, el padre de la perversa ‘Pulp Fiction’ construye una peripecia nostálgica y juguetona, que se convierte en una declaración de amor al arte que sigue brindándole la libertad para fabular, para mezclar a su antojo realidad y ficción.
Una historia de cine dentro del cine, tan personal como irregular, que permitirá a incondicionales (o no) disfrutar del ADN del cineasta: su manera de relatar los hechos, una cuidada selección musical y, por supuesto, la violencia sin control como catarsis que horroriza y divierte a partes iguales.
Ya en DVD: ‘Gracias a Dios’
Frente a décadas de encubrimiento, François Ozon ha decidido contrarrestar con la palabra tanto silencio cómplice sobre los abusos sexuales a menores en la Iglesia. Donde otros callaron –también las víctimas, por temor a ser señaladas–, él ha querido hablar… y escuchar.
El realizador francés construye una ficción “basada en hechos reales”, los que se desencadenaron en Lyon, entre 2014 y 2016, después de que un feligrés descubriera que Bernard Preynat, el sacerdote que abusó de él y de otros chicos en campamentos ‘scouts’ de los años 70 y 80, seguía en contacto con menores.
Liberado del miedo a confesar su traumática experiencia, la indignación ante la pasividad de las autoridades eclesiásticas –especialmente, del cardenal Barbarin– le llevaría a emprender una larga batalla legal y mediática a la que se le unirían otros afectados.
Ellos son los protagonistas de este drama de infancias rotas, de creencias y hogares devastados, que examina las aristas de una compleja realidad: arrepentimiento y perdón, venganza o justicia, fe y moralidad, personas e institución…
Respeto, sensibilidad y oficio se ponen al servicio de un combate librado no “en contra de la Iglesia, sino por la Iglesia”.
