En la ciudad de Temuco, región de La Araucanía, a 700 kilómetros al sur de Santiago, tuvo lugar el VII Congreso Nacional de Educación Católica con 1.300 participantes: docentes, directivos, dirigentes estudiantiles, encargados de pastoral y gestores educacionales, quienes reflexionaron en torno al tema “Culturas juveniles: desafíos para la educación católica”.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh), Santiago Silva, presidió la eucaristía inaugural, precedido por el obispo local y presidente del Área de Educación de la CECh, Héctor Vargas, quien saludó a los participantes: “Han llegado hasta esta Región Intercultural, para encontrarnos, reflexionar, compartir y abrir nuevos caminos de esperanza, en la hermosa y desafiante tarea de siempre: acompañar a las nuevas generaciones en su formación integral, mediante el encuentro con la Persona de Jesucristo, para que en Él tengan vida plena”, dijo Vargas.
A continuación, el Secretario General de la Confederación Interamericana de Educación Católica, Oscar Pérez, expuso sobre “La realidad de la cultura actual”, seguido por “El impacto de la cultura en la diversidad de los mundos juveniles”, a cargo de Ana María Yévenes, académica de la Universidad Finis Terrae. Luego, Ricardo Capponi, Director del Centro de Educación Sexual Integral, se refirió a la “Educación afectiva y sexual: desafíos para nuestra propuesta educativa católica”.
El trabajo continuó con foros paralelos que abordaron varios aspectos complementarios, enriqueciendo el tema central. Uno de ellos fue la presentación de los nuevos programas de educación religiosa escolar católica. Siempre acompañados de intercambios con los expositores.
Visión actualizada
Para el rector de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez, “este congreso nos permite reflexionar cómo el colegio o la escuela enfrentan los desafíos tan cambiantes de la sociedad y de las culturas juveniles, cómo se puede hacer una educación más humanista, en la realidad en que hoy vivimos con tanta tecnología que se ha convertido no sólo en un medio, sino en un fin. Reflexionar sobre cómo generamos una educación más humanista, con una visión de respeto al medio ambiente, son los tremendos desafíos que tenemos los profesores en los colegios”.
Por su parte, Paz Molina, directora del colegio Juan Pablo II, de Arica, expresó que “realmente esta es una excelente oportunidad para poder aproximarnos a una visión actualizada de lo que significa ser un colegio católico y asumir los desafíos del mundo actual, con conocimiento de causa y sabiendo que tenemos que dar una respuesta acertada a la juventud, que es cada día más desafiante y muy diferente a la que conocimos hace un tiempo”.
Organizado por el Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, en conjunto con la Universidad Católica de Temuco, este Congreso se realizó por primera vez fuera de Santiago, lo que fue calificado muy positivamente por sus participantes.
Roberto Pavez, director del Área de Educación había convocado a participar diciendo que “el tema del encuentro son las culturas juveniles y los desafíos que traen a la educación católica. Vamos a reflexionar en torno a esos grandes desafíos y cómo efectivamente los asumimos desde la Iglesia y desde la pedagogía, de tal manera que los aprendizajes de nuestros estudiantes sean más significativos para su propia vida”, dijo Pavez. Al término del encuentro expresó su satisfacción por el logro alcanzado, los resultados obtenidos y la buena acogida al tema propuesto.
