Durante el rezo del Ángelus del pasado domingo 1 de septiembre, el papa Francisco anunciaba el próximo nombramiento de 13 nuevos cardenales, que creará en un nuevo consistorio convocado para el 5 de octubre. Para algunos de ellos ha sido una sorpresa y, para otros, un reconocimiento de la labor que hace la Iglesia en su acompañamiento a los pueblos que sufren.
Ambongo, un reconocimiento del “pueblo que sufre”
El capuchino de 59 años ha relatado a Vatican News su “absoluta sorpresa”, pero también su alegría, al conocer la noticia de que sería uno de los nuevos cardenales nombrados por Francisco. De hecho, se enteró por la gente que le escribía para felicitarle de que era el nuevo y esperado cardenal congoleño.
“Creo que ha sido un reconocimiento por parte del Santo Padre y de la Iglesia del trabajo que hemos hecho para dar voz a nuestro pueblo que sufre”, ha señalado, lo cual demuestra que este camino que se transita junto a la sociedad congoleña “es el correcto, y que debemos continuar para dar esperanza a nuestro pueblo”.
Ramazzini, la voz de Latinoamérica
Álvaro Ramazzini, obispo de la Diócesis de Huehuetenango, fue “el último en enterarse” de su nombramiento, tal como él mismo contó a los fieles durante la eucaristía que oficiaba el pasado domingo, en un evento por el Día del Migrante en Santiago Petatán. Y es que, alrededor de las cinco de la mañana, un amigo residente en Roma le llamó para darle la noticia, confirmada más tarde por el nuncio apostólico.
“Agradezco ese nombramiento que el Papa me ha dado. Cuando se piensa en el cardenal se piensa en que se sube un puesto, cuidado con eso, no se trata de que yo me siento superior como cardenal, desgraciadamente en la mentalidad del mundo lo que se piensa es, al cardenal si lo vamos a oír, el obispo de Huehuetenango no sirve para nada”, señaló Ramazzini.
“Le agradezco a Dios y al papa Francisco que me den la posibilidad de ser un asesor de él para poder decirle lo que pasa en esta parte del mundo, donde muchas veces las informaciones que llegan al Vaticano no reflejan la realidad de la vida de ustedes”, continuó. “La responsabilidad que asumo es de llevar las voces del pueblo católico y no católico de Guatemala a esas oficinas donde se toman decisiones importantes para toda la Iglesia”, añadió Ramazzini.
García Rodríguez, el ardor misionero
En el caso de Juan de la Caridad García Rodríguez, ha sido la Conferencia Episcopal cubana la que, a través de un comunicado, ha expresado su inmensa “alegría” por el nombramiento como cardenal del actual arzobispo de La Habana.
“Fraternalmente reconocemos en él, su testimonio de vida como sacerdote de Jesucristo y pastor de su grey, su ardor y disposición misionera y su cercanía sencilla y anónima para expresar con gestos concretos su amor a los más pobres y necesitados”, han expresado los obispos. “Esta es la razón de nuestra alegría, a la vez que agradecemos mucho al papa Francisco por este gesto para con nuestro hermano y, en él, para con toda la Iglesia que peregrina en Cuba”.
Hollerich, una Iglesia comprometida con los Derechos Humanos
“Después de asistir a la misa dominical, descubrí una gran cantidad de mensajes de felicitación en mi teléfono. Me preguntaba por qué me felicitaban. Fue solo después de unos minutos que me di cuenta de que el Papa acababa de nombrarme cardenal”, ha dicho el que será el primer cardenal luxemburgués, Jean-Claude Hollerich, a Le Quotidien.
“Dado el gran número de cardenales europeos que ya hay, no habría pensado que un país tan pequeño como Luxemburgo podría obtener una posición cardinal”, ha señalado el arzobispo. En cuanto a los motivos por los que cree que Francisco ha podido tomar esta decisión, ha indicado que están “muy unidos porque compartimos la misma visión de una Iglesia que quiere estar cerca de las personas, comprometida con los Derechos Humanos y el clima”.