La masacre perpetrada en Suárez el pasado 1° de septiembre, zona rural del Cauca, departamento del suroccidente colombiano, en el que resultaron muertas 6 personas, entre estos la candidata a la alcaldía de ese municipio Karina García Sierra, ha generado el repudio de la de la Iglesia local, por ello Luis José Rueda, arzobispo de Popayán, en un comunicado, ha pedido detener a toda costa la guerra y las estrategias de miedo.
“Denunciamos como enemigos de la vida humana en el Cauca: la indiferencia, el resentimiento, la polarización, el terrorismo, el narcotráfico, la corrupción, el abandono del Estado, la anticultura del miedo y de la amenaza”, ha expresado.
Máximo respeto a la vida
El arzobispo de Popayán hace votos por la paz y en un vehemente llamado a los habitantes de los territorios rurales y urbanos del Cauca ha pedido un mayor compromiso en la defensa de la vida humana, que “es única, sagrada y que debe ser protegida siempre”.
En una clara referencia a los responsables de la masacre, el prelado ha dicho que “el Señor de la vida es Dios, toda vida humana merece máximo de respeto” incluso “también la vida de los que piensan distinto”, por tanto ha exhortado a que “con nuestra solidaridad denunciemos a todos los destructores de la vida”.
Medios locales han asegurado que días previos, la candidata había sido amenazada de muerte por grupos disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El mismo ministro de defensa, Guillermo Botero, en un trino ha ofrecido la recompensa de 150 millones de pesos (42.000 USD) por información que conduzca a la captura de los responsables.
Ofrecemos recompensa de 100 millones de pesos por información que conduzca a la captura de alias ‘Mayimbu’ y de 50 millones de pesos por alias ‘Marlon’, de GAO-r 6, presuntos responsables del homicidio ocurrido en Suárez, Cauca. Este delito no quedará impune.
— Guillermo Botero (@GuillermoBotero) September 2, 2019
Llegó la hora
La Iglesia de Popayán, en voz de su arzobispo, ha ratificado su labor misionera en favor de todas las comunidades recordando que “el amor es más fuerte que el odio y que la paz es posible aún en medio de la adversidad”.
En un fuerte llamado a la articulación entre el Estado y la sociedad civil, ante un inminente deterioro de la democracia, ha señalado que “es hora de reconciliarnos para fortalecernos en el trabajo por la paz. Es hora de una política y una economía al servicio de la vida y de la paz. Es hora de una espiritualidad liberadora que construya unidad”.
Foto: Caracol Radio