Francisco al clero y los religiosos malgaches: “No seáis profesionales de lo sagrado”

Francisco al clero y los religiosos malgaches: “No seáis profesionales de lo sagrado”

La agenda oficial del Papa Francisco en Madagascar para este domingo se cerró en el colegio de Saint Michel. El centro ubicado en Antananarivo fue el escenario de un encuentro del sucesor de Pedro con los sacerdotes, religiosos, laicos consagrados y seminaristas del país.

Tras escuchar el testimonio de algunos de los asistentes que le dejaron caer algunas dudas sobre su trayectoria vital y de fe, Francisco apuntó que todos esos problemas expresados “son signo de una Iglesia vida, pujante, en búsqueda de ser cada día presencia del Señor”.

Aunque respaldó sin fisuras el trabajo de la Iglesia con el pueblo malgache, Francisco alertó de la tentación de caer en “planes apostólicos expansionistas, meticulosos y bien dibujados, pero propios de generales derrotados que terminan por negar nuestra historia”. Frente a esto, el Papa les instó a “poner en marcha procesos más que querer ocupar espacios” desde “la gratuidad de fomentar todo lo que haga crecer, madurar y fructificar al Pueblo de Dios antes que orgullecernos por cierto fácil, rápido pero efímero ‘rédito’ pastoral”. De la misma manera, les advirtió del riesgo de “más que hombres y mujeres de alabanza, podemos transformarnos en ‘profesionales de los sagrado’”.

Iglesia en salida

El Papa hizo un repaso a la historia de la evangelización en Madagascar para animar a los presentes a continuar siendo “una Iglesia en salida”: “Vosotros os habéis atrevido a salir, y aceptasteis el desafío de llevar la luz del Evangelio a los distintos rincones de esta isla”. Es más, les agradeció haber “ elegido permanecer y estar al lado de vuestro pueblo, con vuestro pueblo”.

Francisco confesó saber que muchos de los religiosos viven “situaciones difíciles donde faltan los servicios esenciales —agua, electricidad, carreteras, medios de comunicación— o la falta de recursos económicos para llevar adelante la vida y la actividad pastoral”. De ahí, el constante reconocimiento en su alocución a su entrega incansable.

Vencer al mal

Sin mostrar signo alguno de cansancio, el Papa hizo un primer balance más que positivo del viaje y animó a los consagrados a mantener la alegría propia de los discípulos.  ¿El objetivo? Vencer al mal con la caridad. “Vosotros vencéis el mal, cuando enseñáis a alabar al Padre de los cielos y cuando enseñáis con sencillez el Evangelio y el catecismo. Cuando visitáis y asistís a un enfermo o brindáis el consuelo de la reconciliación. En su nombre, vosotros vencéis al dar de comer a un niño, al salvar una madre de la desesperación de estar sola para todo, al procurarle un trabajo a un padre de familia”, enumeró Francisco.

A renglón seguido, el Papa reiteró que “es un combate ganador el que se lucha contra la ignorancia brindando educación; también es llevar la presencia de Dios cuando alguien ayuda a que se respete, en su orden y perfección propios, todas las criaturas evitando su uso o explotación; y también los signos de su victoria cuando plantáis un árbol, o hacéis llegar el agua potable a una familia”.

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