Un Sínodo de Jóvenes de tres años. Es la apuesta del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, para la diócesis andaluza con la que busca aterrizar la exhortación postsinodal ‘Christus vivit’. Así lo detalla en la carta pastoral de inicio de curso para “implicar a los mismos jóvenes en la experiencia y transmisión de la fe en Jesucristo”.
Este proyecto espera reforzar su pastoral juvenil “con grandes convocatorias y con acompañamiento cercano a los grupos y a cada persona”. En este curso que arranca, Córdoba pretende conquistar a los que no pisan los templos con otro lema directo: ‘La Iglesia te escucha’. “No demos a nadie por perdido”, insta Fernández a los fieles, que quiere llegar a “todos los jóvenes, sea cual sea su situación y circunstancias”. De poco sirve “convocar para una charla, sin más”, se lamenta. “Será necesario entrar en su mundo” para que no se sientan “bichos raros”, subraya el pastor.
“No asustarse” por lo que piensen
En su carta propone a sacerdotes, educadores y catequistas “no asustarse por nada” de lo que digan o piensen las nuevas generaciones y les llama a iniciativas tales como “tomar juntos una pizza, jugar un partido, participar en un festival juvenil, acudir a una peregrinación, asistir a un campamento, organizar pequeños debates, participar en un retiro, etc.”.
“Habrá momentos posteriores de responder a sus preguntas y explicar la catequesis oportuna, pero el primer momento es el de acogida, el de escucha”, recomienda el obispo a sus agentes de pastoral. El prelado reivindica así “un rostro amable” de la catolicidad: “La Iglesia no es un rival de la vida juvenil, la Iglesia no es una gruñona que te está recordando continuamente lo que haces mal, la Iglesia no es una institución que solo te impone normas y leyes”.