El 12 de octubre del próximo año, la Iglesia en México estará celebrando 125 años de que la Virgen de Guadalupe fuera coronada con la venia del papa León XIII en 1895. A manera de preparación para este acontecimiento, el papa Francisco ha concedido un año jubilar con la respectiva indulgencia plenaria.
Lo anterior fue dado a conocer por la Basílica de Guadalupe, que difundió el decreto firmado por el Penitenciario Mayor del Vaticano, el cardenal Mauro Piacenza, y el regente de la Penitenciaría Apostólica, Christophorus Nykiel. El texto va dirigido al cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México y custodio de la tilma sagrada de la Virgen de Guadalupe.
El documento explica que después de escuchar el parecer de los prelados investidos con la dignidad episcopal, benignamente se concede año jubilar por motivo del CXXV Aniversario de la Coronación de la Sagrada Imagen de Nuestra Santísima Señora de Guadalupe.
Y como requisitos para obtener la indulgencia plenaria durante este periodo, explica: “el día que los fieles elijan, habiendo asistido al Santo Sacrificio, con verdadero espíritu de arrepentimiento y caridad, y participando en el Sagrado Rito, se les concede la Bendición Apostólica, con la correspondiente Indulgencia Plenaria, lucrada según las acostumbradas condiciones de confesión sacramental, comunión Eucarística y oración por las intenciones del Romano Pontífice”.
También señala que los fieles laicos que, por alguna circunstancia razonable no puedan participar físicamente en los Sagrados Ritos en la Basílica de Guadalupe, pueden hacerlo a través de los medios de comunicación, y de esta manera recibir la bendición papal y la indulgencia plenaria.
Cabe mencionar que la Basílica de Guadalupe transmite diariamente la misa a través de internet en el siguiente enlace: https://virgendeguadalupe.org.mx/.
Un poco de historia
La coronación de la Virgen de Guadalupe se llevó a cabo el 12 de octubre de 1895, y fue solicitada al papa León XIII por el Episcopado Mexicano, especialmente por el arzobispo de México, Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos.
A esta petición, el 8 de febrero de 1887 el pontífice respondió positivamente, pero fue hasta ocho años después, en 1895, y una vez renovada la Antigua Basílica de Guadalupe, cuando se llevó a cabo la coronación pontificia de la imagen. La corona es de plata y mide 62 centímetros de alto por 59 de circunferencia.
A la ceremonia de coronación asistieron todos los obispos del país, así como autoridades de gobierno y embajadores de diferente países.