Las Hermanas Misioneras de San Carlo Borromeo (scalabrinianas) han presentado un ‘Manual de formación sobre migraciones’, elaborado junto a la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de Naciones Unidas. El texto recoge una serie de indicadores fundamentales para todas aquellas personas que trabajen en contextos migratorios, aplicando desde dimensiones de género, enfoques psicosociales y distintas técnicas para interactuar con quienes necesitan ayuda.
“Es necesario ofrecer una preparación adecuada y cualificada a nuestros misioneros enviados a trabajar en contextos migratorios, cuyos desafíos y necesidades son múltiples”, ha señalado a Fides Neusa de Fátima Mariano, superiora general de las scalabrinianas. Y es que esta congregación lleva, desde su fundación en 1887 por Juan Bautista Scalabrini, ocupándose de la asistencia a migrantes y refugiados.
De la misma manera, la superiora ha destacado la necesidad de formar a todas aquellas personas que trabajan con migrantes. “En nuestra atención misionera valoramos la proximidad, estar juntos, ser un migrante con migrantes y refugiados, y particularmente con mujeres y niños en busca de protección debido a situaciones de riesgo, violaciones y vulnerabilidad especialmente en las zonas fronterizas”, ha matizado la hermana.
Servicio itinerante
Por este motivo, el nuevo manual supone una “herramienta importante para la formación de las misioneras scalabrinianas, para el desarrollo de la misión en la Iglesia y, en concreto, para aquellos que se preparan para ser enviados a un servicio misionero itinerante”.
El servicio itinerante de las scalabrinianas, establecido con la reciente reorganización de la congregación, da la oportunidad a las religiosas de moverse en función de las diferentes emergencias migratorias que surgen en el mundo. En este momento, además de en América Central, el servicio itinerante está presente en el sur de Italia y el norte de Brasil. El objetivo es “ser una asistencia de primeros auxilios” para las diferentes emergencias migratorias que ocurren en el mundo, además de “participar en la gestión de emergencias migratorias donde se produzcan con solidaridad, oración y acompañamiento”.