“Quiero gritar contra la violencia de género. Que se lea este grito en las parroquias, en las familias católicas, en las clases de catecismo, en los grupos juveniles, en grupos de hombres y mujeres”. Así ha expresado su dolor ante los últimos casos de feminicidios ocurridos en Sudáfrica el obispo de Klerksdorp, Victor Hlolo Phalana, en las páginas del periódico católico The Southern Cross.
Phalana ha instado con sus palabras a las mujeres a “levantarse y luchar por sus derechos”, a negarse a ser amenazadas e intimidadas. “Dejen que quienes la amenazan sean arrestados y llevados ante la justicia. No te calles, denuncia a los acosadores y agresores, porque tienes tus derechos. Nadie tiene derecho a abusar de ti. Nadie tiene derecho a forzarte a tener intimidad con él”, ha añadido el obispo.
“Que Dios nos libere de la creencia, a nosotros, los hombres, de que somos dueños de mujeres y que son de nuestra propiedad. Que Dios nos libere a los hombres del espíritu de celos y posesividad. Que Dios nos libere a los hombres del espíritu de control: la necesidad de controlar a las mujeres y sus finanzas, sus sueños, sus recursos y su valor”, concluye Phalana.
Durante la última semana, cientos de personas se han congregado en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en una manifestación contra la “epidemia de feminicidios” que azota al país. Y es que, durante la última semana del mes de agosto, dos jóvenes han sido asesinadas. La primera de ellas, Uyinene Mrwetyana, de 19 años, fue violada y asesinada en una oficina de correos; la segunda, la boxeadora ‘Baby Lee’ Jegels, de 25 años, murió a manos de su pareja, policía.
Según datos oficiales, al menos 137 delitos sexuales se cometen todos los días en Sudáfrica, principalmente contra mujeres. Además, solo en el mes de agosto, más de 30 mujeres fueron asesinadas por sus cónyuges, y más de 3.000 perdieron la vida en 2018 a manos de sus parejas o exparejas.