La Comisión Episcopal de Vida, Laicos y Familia dio a conocer un documento sobre la postura de la Iglesia con respecto al amor humano y la vida, cuyos destinatarios son los padres de familia, educadores, catequistas, comunidades educativas, y todos aquellos que están abiertos al diálogo respetuoso, humilde y caritativo.
“Las nuevas circunstancias en las que se desarrolla hoy una cultura que ya no se inspira en los valores del Evangelio −donde se concibe la vida como don de Dios y el amor humano como participación en el Amor de Dios− sino que prescinde de Él”. Más bien, hoy se percibe el aumento “las esclavitudes que gritan a Dios, como lo son la violencia en todas sus formas, la trata de personas y la explotación de los más débiles, vulnerables y pobres…”.
El documento asume “el gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia”, en dos realidades fundamentales de la existencia del hombre: la vida y el amor humano.
Reafirman cercanía a los hombres y mujeres de nuestro tiempo con la propuesta “que nos impulsa a reconocer al otro, sanar las heridas, construir puentes, estrechar lazos y ayudarnos mutuamente a llevar las cargas”.
Confiados en que esta propuesta cristiana tiene una palabra luminosa, liberadora y de esperanza para vivir con sentido, alegría y plenitud la vida y el amor humano, ven como una necesidad recrear permanentemente la mirada de Dios sobre la realidad que nos toca vivir.
Esperan “contribuir a una auténtica cultura del encuentro, de la vida y del amor humano, junto con todos los que estén abiertos a una intercomunicación personal y pluralista, y buscan sinceramente el bien de todos, sin marginar ni excluir a nadie”.