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La imagen de la Virgen de Luján, que estuvo en Malvinas durante la guerra, regresa a la Argentina





Durante los días de conflicto, la Virgen de Luján acompañó a los soldados argentinos, en la Base Área Militar Malvinas. Treinta y siete años pasaron de aquella fatídica guerra, y hoy, así como se ha recuperado la identidad de muchos excombatientes, se recupera también esta imagen tan cercana al sentimiento de los argentinos.

Ella presente, en días de guerra

Donada por una familia argentina, la imagen fue llevada a las islas el 9 de abril de 1982. A días de iniciarse la guerra, Mons. Roque Puyelli, que en aquel momento era capellán mayor de la Fuerza Aérea Argentina,  la trasladó a las islas.

Allí permaneció. Primero, en la base área militar, y luego, estuvo en la parroquia malvinense Saint Mary. El último registro argentino de su presencia, fue en una misa y procesión del día 8 de mayo de 1982.

Luego de la guerra, se supo que fue trasladada a la Iglesia Catedral Castrense en Gran Bretaña.

La vuelta a casa

Un laico de la diócesis de Quilmes y miembro de “La fe del Centurión” -grupo que nuclea a los excombatientes- enterado de la presencia de la imagen en Gran Bretaña, inició las conversaciones para lograr el retorno de la imagen de la Virgen al país.

El obispo castrense argentino, Santiago Olivera, atendió y apoyó este pedido. En marzo de este año, se reunió con Paul Mason, obispo castrense inglés, quien con generosidad apoyó esta iniciativa de la “vuelta a casa”.

“… que la imagen de Ntra. Sra. de Luján retorne a casa, a nuestro país, que vuelva a Argentina, es un motivo de mucho gozo. También por lo que significa la Madre, la Virgen de Luján que se hace cercana a los hijos en situaciones tan difíciles, como lo fue la guerra. Hoy en este tiempo de paz, María nos vuelve a renovar y recordar el camino por el encuentro, por el dialogo y por el respeto“, afirmó el obispo argentino.

La imagen de la Virgen regresará al país de la mano de Olivera, el próximo 3 de noviembre, procedente de Roma. En el aeropuerto, será recibida con honores, no solo por efectivos militares y fuerzas de seguridad, sino también por los veteranos de guerra y el público en general. De allí, se realizará el traslado a su casa, la Basílica de Luján, en procesión y caravana.

Señal de reconciliación

Como señal de gratitud, Olivera decidió obsequiar a Gran Bretaña, una nueva imagen de Nuestra Señora de Luján. Por eso, con motivo del V Curso de Formación de Capellanes Militares Católicos, ambos obispos castrenses se encontrarán en la audiencia general del Papa Francisco, quien bendecirá ambas imágenes.

“En la guerra sabemos que todos perdemos, en la paz ciertamente ganamos todos, que María de Luján también en este signo de mi hermano Poul Mason y de la Iglesia de Inglaterra, sea un signo de fraternidad de encuentro, de senderos siempre de dialogo y de respeto, porque la Virgen, es Madre de todos”, expresó el castrense argentino.

Desde la Secretaría de Estado Vaticano, Robert D. Murphy, expresó sobre este acontecimiento: “Estoy seguro de que será una ocasión conmovedora, así como una señal importante de reconciliación en el contexto del encuentro de los obispos militares de todo el mundo”.

Fuente: Prensa del Obispado Castrense

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