Este miércoles 18 de septiembre iniciaron las actividades previas al VII Congreso Eucarístico Nacional con un Simposio Teológico realizado en la ciudad de Mérida, Yucatán, donde se dieron cita más de 1,300 personas de 53 diócesis.
De acuerdo con un comunicado de la Arquidiócesis de Yucatán, en su mensaje de apertura del Simposio Teológico 2019, el arzobispo Gustavo Rodríguez invitó a los asistentes a “ir contracorriente del pensamiento líquido y cada vez más secularizado”.
Comentó que para enfrentar los retos y evangelizar los espacios en donde los católicos se desenvuelven, deben alimentarse continuamente de la Palabra de Dios y sus sacramentos, pues como el profeta Elías, necesitan ser alimentados por Él física y espiritualmente.
Asimismo, explicó que el Simposio no es un espacio para escuchar novedades, sino una pausa en el camino para fortalecer sus convicciones, su esperanza, fe y caridad, de modo que puedan traducirlas en hechos concretos en beneficio de la sociedad.
El Congreso Eucarístico Nacional se lleva a cabo del 18 al 22 de septiembre de 2019 en las instalaciones del Complejo Deportivo Kukulkán, y tiene como objetivo motivar la reflexión sobre la necesidad de profundizar y renovar constantemente la fe en la Eucaristía para transformarla en acciones que favorezcan la vida pastoral y permitan construir una sociedad más fraterna y solidaria.
La primera jornada de reflexión en torno a la Eucaristía inició con la Santa Misa presidida por Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, arzobispo Emérito de Yucatán y encargado de la Dimensión Episcopal para los Congresos Eucarísticos Nacionales.
En su homilía, Emilio Carlos Berlie hizo un llamado a los asistentes a seguir a Cristo, “modelo perfecto de todas las virtudes; ejemplo y estímulo para enfrentar los desafíos, decisiones y relaciones”. Además, pidió aprovechar el Congreso Eucarístico y estar junto a Jesús, pues él mismo se quiso quedar en el sacramento de la Eucaristía.
La primera conferencia de este evento estuvo a cargo del doctor Mario Ángel Flores, rector de la Universidad Pontificia de México. Durante su ponencia, hizo hincapié en la necesidad de redescubrir la identidad de la Iglesia como instrumento por el que sigue la obra de salvación de Dios en la humanidad.
El doctor Flores dijo que frente a la división, los católicos deben trabajar por la unidad, comenzando por evangelizar a los propios fieles y por recordar que la Iglesia no es para sí misma sino para los demás, por lo tanto debe ser afectiva y efectiva.
Comentó que frente a la fractura que vive la llamada cultura occidental, el cristianismo debe recuperar su misión apostólica que nace con el don del Espíritu Santo, pues abandonarlo es convertirse en un grupo más de la sociedad; en este sentido, invitó al auditorio a abandonar la confrontación y buscar el diálogo interpretando desde la teología de los signos de los tiempos.