Este jueves 19 de septiembre se llevó a cabo en la Arquidiócesis de Yucatán el segundo día del Simposio Teológico 2019, como preparación al VII Congreso Eucarístico Nacional que tendrá lugar este fin de semana.
Ante más de 1500 asistentes, de más de 50 diócesis del país, reunidos en el Multigimnasio Socorro Cerón, el sacerdote Mario Ángel Flores, rector de la Universidad Pontificia de México y miembro de la Comisión Teológica Internacional, denunció una crisis antropológica que vive la sociedad del siglo XXI, que al apartar de su cosmovisión a Dios, pone a los animales al nivel del hombre, cambiando así la perspectiva de la dignidad del ser humano.
En este sentido, el sacerdote hizo un llamado a retomar el pensamiento del papa Juan Pablo II y del documento de Aparecida, que exhortan al laicado a entrar en acción para devolverle al hombre su lugar como ser trascendente, impulsado por el Espíritu Santo.
Urge pasar más tiempo con Jesús-Eucaristía
Antes de la ponencia del padre Mario Ángel Flores, el obispo prelado de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo, celebró la Eucaristía, en cuya homilía hizo un llamado a los asistentes a renovar su amor por Cristo y acercarlo a los demás, así como a pasar más tiempo junto a Jesús-Eucaristía. “Hay que pedirle que, aunque las fuerzas flaqueen, que nuestro corazón esté siempre dispuesto a continuar a sus pies”, dijo.
El segundo día del Simposio Teológico también contó con la participación de la doctora Olga Consuelo Vélez, profesora de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Javeriana en Bogotá, Colombia, quien impartió dos conferencias.
En la primera de ellas invitó a los asistentes a reconocer la fuerza del sacramento del Bautismo, “pues dota de la misma dignidad a todos los que forman la Iglesia católica”. Consideró que sólo entendiendo esto, la familia de Dios puede volver a sus orígenes; es decir, ser un pueblo de gente sencilla, comprometida con su realidad y con el hermano; una comunidad que hace vida la Eucaristía y logra traducirla incluso en políticas a favor de la justicia social. “No podemos decir que amamos a Dios que no vemos, si no amamos al hermano que sí vemos”, apuntó.
Para la doctora Vélez, hoy más que nunca resulta de suma importancia que el cristiano asuma como una sola, su vida espiritual, social y política, pues los valores del Evangelio y la misericordia –dijo– deben ser un sello de su existencia en cualquier papel que desempeñe.
Más tarde, en su segunda conferencia, sobre los pobres y los pueblos originarios, la catedrática destacó el papel de la mujer en la Iglesia, que va más allá –dijo– de su participación en los ritos religiosos, pues son verdaderas apóstoles y discípulas de Cristo en la misma línea que los varones, ya que están hechas a imagen y semejanza de Dios, con igual dignidad.
Como cierre de las actividades, la asamblea tuvo un momento de adoración al Santísimo Sacramento y el rezo de las vísperas, que fueron dirigidas por el obispo de Tabasco, Gerardo López.