Vaticano

El Papa pide a los comunicadores del Vaticano que pasen “de la cultura del adjetivo a la teología del sustantivo”

  • En una audiencia a los miembros del Dicasterio para las Comunicaciones con motivo de su asamblea plenaria, Francisco pide que“no hagan publicidad” ni tampoco “proselitismo”
  • El prefecto, Paolo Ruffini, anuncia la puesta en marcha de nuevos proyectos para ser cada vez más un “instrumento de comunión pastoral entre Roma y las Iglesias locales”





Los comunicadores deben pasar “de la cultura del adjetivo a la teología del sustantivo” y apostar por unas formas “austeras, pero bellas”. Es el consejo que el papa Francisco ofreció este lunes a los alrededor de 500 miembros del Dicasterio para las Comunicaciones, a los que recibió en el Palacio Apostólico vaticano con motivo de la asamblea plenaria que celebran hasta el próximo miércoles.

Improvisando sobre el discurso que tenía preparado, según dijo para evitar que la mayoría de los presentes “se durmiera”, el Pontífice comentó que ser comunicadores cristianos significa “comunicar con el testimonio, implicarse en la comunicación, comunicar como mártires, es decir como testigos de Cristo”. Para ello animó a “aprender el lenguaje de los mártires y de los apóstoles” y a tener en cuenta la “dimensión martirizada de nuestra vocación”.

Después de agradecer el trabajo de los presentes, que según había escrito en su discurso le permitía “hablar en casi cuarenta idiomas”, Jorge Mario Bergoglio señaló que el del comunicador “no es un trabajo de oficina como la publicidad”. “Se comunica con el alma y con el cuerpo, con la mente, con el corazón, con las manos, se comunica con todo. El verdadero comunicador da todo de sí mismo. Pone toda la carne en el asador, no se ahorra nada”, comentó el Papa, pidiendo a los miembros del dicasterio que “no hagan publicidad” ni tampoco “proselitismo”. Tras citar a Benedicto XVI, quien dijo que la Iglesia “no crece por proselitismo sino por atracción”, invitó a los presentes a no comunicar “sin bondad ni belleza”.

Sin vergüenza por ser pocos

Otro de los consejos que el Pontífice argentino ofreció fue el el de no caer en la “resignación que tantas veces entra en el corazón de los cristianos”. El error de ver el mundo “en modo pagano” y con un “aire de mundanidad” no es algo nuevo de nuestra época, insistió, pues siempre ha insistido esta “tentación” y “peligro”. “No tengáis vergüenza de ser pocos, no tengáis miedo del futuro de la Iglesia”, dijo, para advertir más adelante que la “derrota cultural” viene del “mal espíritu” y del “lamento de la resignación”. “Somos pocos, sí, pero con ganas de ‘misionear’”, insistió.

Antes de que hablara el Papa lo hizo Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para las Comunicaciones, quien subrayó en su discurso que lo que une a los diversos miembros de este ‘ministerio’ vaticano es la voluntad de llevar la palabra del Papa “al mundo, de mirar a los hombres y a las cosas con los ojos del Evangelio”. Ruffini reconoció que el dicasterio “absorbe recursos importantes” de la Santa Sede y anunció la puesta en marcha de nuevos proyectos, aunque sin detallarlos, para ser cada vez más un “instrumento de comunión pastoral entre Roma y las Iglesias locales”.  

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