Con motivo del inicio de las jornadas de la Cumbre de Acción Climática de la ONU, que se celebra en Nueva York del 23 al 26 de septiembre, el papa Francisco ha enviado un mensaje a sus participantes, donde ha subrayado la importancia de actuar contra “uno de los fenómenos más graves y preocupantes que está viviendo nuestra época: el cambio climático”.
“Se trata de uno de los principales desafíos que debemos afrontar y para ello la humanidad está llamada a cultivar tres grandes cualidades morales: honestidad, responsabilidad y valentía”, ha continuado Francisco. Y es que, si bien con la firma del Acuerdo de París, en 2015, “la comunidad internacional tomó conciencia de la urgencia y necesidad de dar una respuesta colectiva para colaborar en la construcción de nuestra casa común”, el paso de los años ha demostrado que los compromisos contraídos por los Estados “son todavía muy ‘flojos’, y están lejos de alcanzar los objetivos previstos”.
Asimismo, el Papa ha reconocido que, si bien la sociedad civil se ha demostrado implicada con este fina a través de sus iniciativas, “es necesario preguntarse si existe una verdadera voluntad política para destinar mayores recursos humanos, financieros y tecnológicos afín de mitigar los efectos negativos del cambio climático y ayudar a las poblaciones más pobres y vulnerables, que son las que más lo sufren”.
A pesar de esto, y reconociendo que “el planeta sufre”, Francisco ha subrayado que “la ventana para una oportunidad está todavía abierta, todavía estamos a tiempo”. “Abrámosla con nuestro empeño en cultivar un desarrollo humano integral, para asegurar a las generaciones futuras una vida mejor”, ha dicho, ya que “el futuro es de ellos, no nuestro”.
Citando Laudato si’, el Papa ha animado a “con honestidad, responsabilidad y valentía tenemos que poner nuestra inteligencia “al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral”, un progreso que sea capaz de “colocar la economía al servicio de la persona humana, construir la paz y proteger el ambiente”.
Del mismo modo, ha recalcado que el problema de base del cambio climático está relacionado “con cuestiones que tienen que ver con la ética, le equidad y la justicia social”, lo cual obliga a las sociedades a “pensar sobre el sentido de nuestros modelos de consumo y de producción, y en los procesos de educación y de concienciación para hacer que sean coherentes con la dignidad humana”.
“Estamos frente a un desafío de civilización en favor del bien común”, ha aseverado el Papa, “y esto es claro, como también es claro que tenemos una multiplicidad de soluciones que están al alcance de todos, si adoptamos a nivel personal y social un estilo de vida que encarne la honestidad, la valentía y la responsabilidad”.