El arzobispo emérito de Tánger, Santiago Agrelo ha participado en un acto en Santiago de Compostela de la Red Gallega en apoyo a las Personas Refugiadas. El franciscano gallego ha denunciado, una vez más, la represión y las penurias que sufren los migrantes. Agrelo en el norte de África se ha dedicado en cuerpo y alma a esta problemática creando una delegación diocesana que se dedicase a en exclusiva a esta población que desbordó los recursos de Cáritas en Tánger.
El arzobispo relató su gestiones al comienzo de su ministerio para tener suministros a través de Ceuta y el cambio de actitud de las autoridades policiales en la frontera que fue recrudeciendo las formas de obtener ayudas. Ahora que el prelado ha vuelto a Galicia tiene una “sensación extraña” ante las noticias que muestran la indiferencia de la sociedad que no “se de cuenta de lo que está sucediendo” en el mundo, según ha recogido Europa Press.
Por ello ha pedido a todos “hacer un esfuerzo” para responder a esta realidad, para lo que ha dicho que el sentido penitencial del Camino de Santiago no termina en Compostela, sino que “termina en los pobres”. Y es “escandalosa” la situación en la que viven esas personas y más, ha denunciado una vez más, cuando algunos medios de comunicación ligados a la Conferencia Episcopal Española, en los que se han emitido juicios “islamófobos”.