Continúa a lo largo de esta semana la asamblea plenaria de otoño de la Conferencia Episcopal Alemana con el “camino sinodal” en el horizonte, una propuesta que unirá a laicos y obispos la próxima primavera para plantearse nuevas fórmulas pastoral ante problemas como el papel de la mujer, la gestión del poder o la identidad del sacerdocio. En plena tensión con Roma, tras los gestos de acercamiento subrayados el pasado lunes, 23 de septiembre, por el presidente del Episcopado, el cardenal Reinhard Marx, ha llegado el turno del nuncio apostólico del Papa en Alemania, Nikola Eterovic.
Unidad en la diversidad
El diplomático ha defendido que “la unidad entre la Iglesia universal y las particulares es esencial”. Citando la carta de apoyo que el papa Francisco envió en junio, recalca que “la finalidad del Camino sinodal debe ser la evangelización. Para la efectividad de la evangelización” y por ello, la unidad es una consecuencia esencial. Así, invitó a los prelados a poner “la cuestión de Dios en el centro de las reflexiones sinodales” dejándose guiar bajo la luz del Espíritu Santo.
Además, en la plenaria se ha presentado un informe sobre sufrimiento de las víctimas de abuso sexual en el seno de la Iglesia, uno de los motivos de la crisis eclesial que llevó a la convocatoria de esta asamblea sinodal. Este es uno de los temas imprescindibles, según los organizadores, que tienen que estar sobre la mesa ya que “incontables creyentes” creen que deben debatirse.