Un estudio desarrollado por el Instituto McGrath para la Vida de Iglesia de la Universidad de Notre Dame y el Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (por sus siglas en ingés, CARA) de la Universidad de Georgetown (Washington, Estados Unidos), revela que el 6% de los seminaristas estadounidenses han experimentado alguna forma de abuso o acoso sexual, mientras que otro 4% declaraba haber experimentado “mala conducta”, pero no estar seguro de si se podría o no considerar abuso.
Tal como recoge National Catholic Register, el estudio se ha hecho en 72 seminarios y casas de formación de todo el país, e incluye las respuestas de, aproximadamente, dos tercios de los 2.375 seminaristas invitados a participar. Sus datos reflejan que al menos 1 de cada 10 seminaristas de Estados Unidos podría haber sido víctima de abusos sexuales o haber experimentado una conducta inapropiada por parte de otro seminarista o un superior.
De todos los encuestados, el 84% considera que la institución a la que pertenecen se toma “muy en serio” los informes de posibles casos de abusos. Sin embargo, esta encuesta se ha llevado a cabo a raíz de que salieran a la luz los casos del ex cardenal Theodore McCarrick y el obispo retirado Michael Bransfield, ocultos durante años.
Distintas iniciativas
El 59% de los seminaristas afirmaron estar “muy al tanto” de las políticas y procedimientos de su seminario ante casos de acoso sexual, abuso y mala conducta, y el 29% dijo estar “algo al tanto”. Ante esto, los encuestadores han solicitado a los seminaristas que expongan sus propias propuestas con el fin de acabar con estos casos y hacer, así, los centros formativos lugares más seguros.
De esta manera, las respuestas de los jóvenes contemplaban tener definiciones más explícitas de acoso sexual, abuso o mala conducta, para evitar la ambigüedad sobre si un comportamiento cumple con los criterios. Además, han solicitado que se hagan de forma frecuente talleres y debates sobre cómo vivir de forma célibe. En cuanto a la manera de denunciar los casos de abusos, han sugerido crear una forma sencilla y anónima, así como la posibilidad de denunciar ante una fuente externa al seminario.