A la espera de su próxima exhumación de la abadía del Valle de los Caídos (Madrid), los restos de Francisco Franco planearon insistentemente sobre la renovada sala de prensa de la Conferencia Episcopal Española (CEE), donde esta mañana, su secretario general, Luis Argüello, presidió la rueda de prensa conclusiva de los trabajos de la Comisión Permanente, reunida los días 24 y 15 de septiembre en Madrid.
“La Iglesia no se opone a la exhumación si la autoridad competente así lo dispone”, se rindió por fin el también obispo auxiliar de Valladolid, tras ir sorteando una batería de preguntas en la misma línea con el argumentario consabido de la carta enviada por la Secretaría de Estado a la vicepresidenta del Gobierno socialista, en donde se aseguraba que la Santa Sede no se opondría “si así lo ha decidido la autoridad competente”.
“En todas las ruedas de prensa se me pregunta por Franco. ¿No es hora de mirar hacia delante, de sellar la reconciliación, de no hacer un uso ideológico y de batallas partidistas electorales de un asunto muy doloroso para tantas familias?”, expresó Argüello, quien negó que en esta postura de la Iglesia haya habido presiones del Gobierno para que no se toque el tema del IBI, como habría afirmado un nieto del dictador en los medios de comunicación.
“Ni nos han presionado ni hemos sido equidistantes. Hemos llamado al acuerdo entre las partes”, abundó para, a continuación, señalar que la Iglesia no desea que la Ley de Memoria Histórica “sea un instrumento del que se haga bandera política ni que sirva para reabrir heridas ente los españoles, porque todos tenemos nuestra familia y pensamos que la llamada a la reconciliación que se hizo durante la Transición no deben perderse”.
En cuanto al papel de la comunidad benedictina que custodia los restos y que en este proceso ha interpuesto algunos recursos –uno todavía por resolver–, les recordó la carta del secretario de Estado Pietro Parolin en la que la instaba a respetar “a las autoridades civiles y el ordenamiento jurídico”.
Sí reconoció que el prior, Santiago Cantera, tenía el deber de “en conciencia”, de valorar cómo les afectaba esta cuestión, aunque deslizó dudas de que “al entrar a hacerlo, haya valorado algún aspecto según el Código de Derecho Canónico de 1917, cuando ya tenemos otro”.
Preguntado también por la actual situación política y si ante la nueva convocatoria electoral del 10-N habría alguna nota del Episcopado, el portavoz aseguró que “no merece la pena ofrecer unos criterios nuevos, pero sí poner el acento en lo que pueda ser capacidad de escucha y encuentro de cara al bien común”.
Por ello, se remitió a los que el papa Francisco viene esgrimiendo últimamente y que le parecen útiles ante el fracaso del diálogo entre los partidos, “como la escucha mutua, hacer un esfuerzo por reconocer lo que otras formaciones dicen, poder nombrar aquello en lo que estamos de acuerdo y en ofrecer los argumentos racionales que propician el desacuerdo, poner encima de la mesa los asuntos de los que se discrepa..”.
En cuanto a la multa interpuesta por la comunidad de Madrid a una coach que impartía cursos para revertir la homosexualidad, Argüello afirmó que la ley LGTBI de Madrid, “por la puerta de la no discriminación hace trampa y hace una propuesta antropológica discutible, e impide que quienes tengamos otra visión antropológica que podamos plantearla, y prohíbe, bajo el nombre de un colectivo, que nombres concretos de ese colectivo puedan plantearse su propio camino e itinerario y desear tener un acompañamiento para ese conflicto interior que puedan tener”.
En este sentido, el secretario general aseguró que en la norma autonómica madrileña “hay cuestiones que pueden ser anticonstitucionales. Hay autorización para cambiar de sexo pero se prohíbe el debate sobre el propio género a la hora de plantear una cuestión que puede ser de ida y vuelta, por lo que concluyó asegurando que “esta sanción, aunque sea preocupante, pueda servir para discutir este tema a fondo”.
Por otra parte, Argüello confirmó que la Permanente ha sido informada sobre la petición expresa que el papa Francisco le hizo al cardenal Carlos Osoro para la erección, el próximo mes de noviembre, de una sede del Pontifico Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia, como informó Vida Nueva.