El sacerdote español Alejandro Burgos explica la iniciativa que se está llevando a cabo para construir un templo dedicado a la Virgen en el país, que ya tiene todos los permisos
Tal como contaron los tres pastorcillos el 17 de julio de 1917, hace ahora más de un siglo, la Virgen de Fátima mencionaba la necesidad de que Rusia se convirtiera al cristianismo. Hoy, estas palabras parecen acercarse, cada vez más, a la realidad. Y es que ya se han aprobado todos los pasos previos, tanto legales como por parte de la Iglesia ortodoxa rusa, “para la construcción de un santuario dedicado a la Virgen de Fátima en Rusia”. Así lo explica a Vida Nueva el sacerdote Alejandro Burgos, que lleva 17 años en el país.
“El santuario a la Virgen de Fátima en Rusia trae algunas connotaciones con la Iglesia ortodoxa, pero en principio han visto que no habrá problemas y le han dado el visto bueno”, afirma Burgos, quien está dirigiendo el proyecto a través de la Asociación Icono de Fátima. “El metropolita Hilarión, que es el encargado del patriarcado de Moscú y la relación con las otras iglesias, estuvo hace unos meses en Fátima”, añade, por lo que “la Iglesia ortodoxa no va a haber ningún problema, no les parece mal y conocen el misterio de Fátima”.
Una vez puestos en marcha y aprobados los permisos civiles y religiosos “ahora de lo que se trata es de hacer el santuario”, y hay que hacerlo porque “la Virgen habló directamente acerca de Rusia, y dijo que, si no nos convertíamos, los errores comunistas se expandirían, por lo que Rusia debía consagrarse”. Sin embargo, la Virgen también hizo el matiz de que “Rusia se convertiría y su corazón inmaculado triunfaría, y Juan Pablo II consagró Rusia a María en 1984”.
Esta iniciativa, apoyada por el Centro Académico Romano Fundación (CARF), es la muestra de cómo los cristianos recuerdan en la oración a aquellos que se encuentran en lugares donde la fe es minoritaria o, incluso, perseguida. “Los católicos hemos estado muchas décadas rezando por Rusia, y ahora ya no podemos solo rezar, sino que podemos crear un santuario para que también los rusos puedan rezar allí bajo el misterio de Fátima”, dice Burgos.
“Otro de los motivos es que hay que darle las gracias a la Virgen por lo que ha pasado en Rusia”, añade. Y es que, después de la consagración de Juan Pablo II, las cosas han cambiado. “De hecho, en los últimos 30 años se han construido 20.000 iglesias. Algunos dirán que son ortodoxas, no católicas, pero Jesucristo, que está dentro de ellas, es el mismo para todos”, asevera.
Por este motivo, “hay que darle las gracias al Señor porque Rusia, que era un país que difundía el ateísmo por todas partes, ya no lo hace”, apunta, ya que “es un país, ahora mismo, religioso, que fomenta la vida religiosa, y esto es algo que fomenta el misterio de Fátima y por el que hay que dar las gracias”.
“Llevo en Rusia 17 años y el cambio se ve, poco a poco”, dice. “La mentalidad rusa se va acercando a Dios, yo mismo voy por la calle y la gente se acerca a pedirme la bendición, y eso es algo que es muy positivo”, afirma. En concreto, la Iglesia católica, “aunque a veces estemos un poco presionados”, tiene la libertad de hacer “lo que tenemos que hacer”. Sin embargo, siguen necesitando el apoyo de los católicos que están en otros países.
“Como las cantidades de dinero para hacer el santuario pueden ser elevadas, la gente puede pensar que lo que pueden aportar no es mucho, pero lo cierto es que cada persona que participa es para nosotros una ayuda espiritual muy fuerte, el sentir la solidaridad de los católicos que se hacen presentes”, explica. Por eso, para aquellos que quieran participar con este proyecto, así como recibir más datos, pueden hacerlo por el siguiente medio:
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N.I.F. G-86881372. CUENTA CORRIENTE: 0182-0939-42-0201571249
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