Este 27 de septiembre el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, inauguró el aguilario del Club América, mediante el cual se busca promover la conservación y reproducción del águila real, símbolo del equipo y especie en peligro de extinción.
En este marco, el Sumo Pontífice envió un mensaje video grabado de agradecimiento al equipo de Coapa por esta acción, y confió que “este gesto a favor de la biodiversidad ayude a tomar conciencia de la impostergable necesidad que tenemos de cuidar nuestra casa común”, dijo.
El aguilario es una iniciativa del Club América con motivo del 103 aniversario de la institución, y cuenta con la colaboración de Reino Animal, el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza y B-Wild México.
De acuerdo con un comunicado del club deportivo, el proyecto cuenta con una visión integral que va desde el monitoreo y protección de ejemplares en la sierra de San Luis Potosí, hasta la reproducción asistida y reintroducción de águilas reales en su hábitat natural.
Durante el evento, el Arzobispo de México aseguró que la iniciativa del Club América es un ejemplo del cuidado ambiental, “técnicamente robusta, además de hilar dos elementos clave en la superación humana: el cuidado del medio ambiente y el deporte”.
Un saludo para los futbolistas
Tras reconocer la importancia del aguilario en el Club América, el papa Francisco también extendió su saludo “a todos los clubes de futbol de la querida República de México, de todos los lugares del país y de todas las categorías”, a quienes felicitó por unir en su tarea el deporte y la integración social. “El futuro no se construye con lamentos –dijo– sino con decisiones como la vuestra”.
Aprovechó para recordarle a los mexicanos que están en sus oraciones: “rezo por la unidad del pueblo mexicano para que la amada Virgen de Guadalupe los siga cubriendo con su manto para no caer en la mezquindad de intereses de pequeños grupos, sino que la rica diversidad de culturas y miradas que existe en vuestra hermosa tierra, pueda integrarse cada vez mejor, de manera tal que, lo que predomine, sea la búsqueda del bien común, con especial esfuerzo en la integración de los más postergados”.
Al final del mensaje, Francisco pidió rezar por él: “cuando eleven sus plegarias a la Guadalupana, cuando la miren con ternura, no se olviden de rezar por mí. Que Dios los bendiga”.