España

Los obispos españoles lamentan que el rechazo al migrante cale entre los fieles

  • Alertan de esos partidos “afines a los cristianos” que instigan “a defenderse de los inmigrantes”
  • En la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado reclaman también al Gobierno el cierre de los CIE





Contundente, claro, sin medias tintas. Al estilo Francisco. Así es el mensaje escrito por los obispos con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado, que se celebra hoy domingo 29 de septiembre.

“Es inaceptable humanamente y resulta de lo más ajena al Evangelio la mentalidad que contribuye a cosechar votos en las elecciones políticas favoreciendo librarse de lo que consideran el lastre de las migraciones. Y es más lamentable aun cuando tal mentalidad encuentra eco favorable en algunos miembros de nuestras comunidades cristianas”, se lee por ejemplo en el mensaje de la Comisión Episcopal de Migraciones.

“Cómo le dolía a nuestro presidente, D. Juan Antonio, fallecido inesperadamente hace unos meses, que grupos que se presentaban como afines a los cristianos quieran convencernos de que, en vez de defender a los inmigrantes, hay que defenderse de ellos”, recuerda el texto episcopal, en alusión al desaparecido obispo de Astorga, también muy comprometido con el tema de las migraciones, y uno de los primeros en pedir el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).

Acoger, proteger, promover e integrar

“Por eso, el mejor homenaje que podemos ofrecer a D. Juan Antonio, junto a nuestra oración fraterna y esperanzada, es seguir en esta tarea de acoger, proteger, promover e integrar a los hermanos emigrantes, como nos viene marcando con coraje de pionero y, sobre todo, con alma de pastor, el papa Francisco”, continúa el texto de la Comisión, que ahora preside Luis Quinteiro Fiuza, obispo de Tuy-Vigo.

El mensaje también recuerda que el España fue uno de los países firmantes del Pacto Mundial para la Migración, en diciembre de 2018, por lo que los obispos muestran en él al presidente del Gobierno su deseo de “que tanto las instituciones del Gobierno de la nación, como las administraciones autonómicas y municipales, recientemente constituidas, se impliquen activamente, en la parte que les corresponda, para el logro de tales objetivos”.

“Siempre encontrarán la modesta colaboración de las instituciones eclesiales. Es imprescindible que, mirando a los emigrantes, traten de erradicar y prevenir las situaciones de vulnerabilidad, o la desatención de los derechos humanos vinculadas bien a la irregularidad administrativa (siguen existiendo en la calle mujeres embarazadas, o menores no acompañados) o a las dificultades provenientes de nuestras fronteras, a leyes discriminatorias, o a la reclusión tan doliente y dura en los Centros de In­ternamiento, por ejemplo”, exponen los obispos.

Políticas de cohesión

Pero no se quedan ahí las demandas que contiene este mensaje. Con respecto a estos CIE, “nuevamente pedimos su cierre con alternativas claras y legales. Lo pedimos así porque los más pobres entre nosotros son los extranjeros sin papeles. La Iglesia siempre ha favorecido (y lo seguirá haciendo) una necesaria y mayor articulación entre los actores del sistema de acogida, y entre estos y las políticas de cohesión e integración so­cial estatal, autonómicas y locales, con el fin de impulsar las trayectorias de integración de los refugiados dentro y fuera del Sistema de Acogida”.

“Los migrantes no son un peligro, sino una ayuda que nos enriquece”, recuerdan los prelados. Y se lo recuerdan también a la propia Iglesia. Por eso, y acorde con el título del mensaje, ‘No se trata solo de migrantes’, los obispos invitan a que “nos preguntáramos cómo estamos respondiendo en nuestras Iglesias particulares a esta llamada; si estamos abriendo verdaderos procesos, si damos pasos eficaces de respuesta pastoral a este desafío, que constituye «una prioridad para la Iglesia» y, por tanto, para cada una de nuestras Iglesias particulares y para nuestras parroquias”.

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