Durante el fin de semana, la Comisión Episcopal de Pastoral Social realizó estas jornadas con distintos actores sociales y políticos, en búsqueda de una economía más humana y solidaria
La Pastoral Social convocó nuevamente a la dirigencia política, a delegados de pastoral social, a los jóvenes, entre otros, con el objetivo de pensar una economía distinta, que tenga como centro a la persona.
El encuentro tuvo lugar en la ciudad de Paraná (provincia de Entre Ríos). El lema del encuentro, según los organizadores, quiso ser inspirador: “Una economía con rostro humano”.
“Con este objetivo y bajo una nutrida agenda, nos convocamos… un número significativo de personas inquietas que buscamos respuestas concretas para esta difícil realidad que atravesamos”, expresan en las conclusiones de las jornadas.
La dinámica propuesta fue de paneles y mesas de debate, en los que se abordaron los siguientes temas:
Las convocatorias del Papa, el Sínodo de la Amazonía (6-27 de octubre) y la ‘Economía de Francisco’ (26-28 de marzo de 2020) han sido un estímulo para analizar las causas de la situación social y considerar posibles soluciones como respuesta.
Justamente, Francisco -en ambos eventos- convoca a modificar paradigmas y apuntar a una economía inclusiva al servicio del hombre, teniendo en cuenta su dignidad.
Conjuntamente con este evento, se reunieron los nuevos dirigentes. Y esta invitación a los jóvenes, en el marco de este encuentro, envuelve también una marca papal. “No deja de impactarnos positivamente la participación comprometida de los jóvenes”. “… Vale la pena escucharlos y ofrecerles intervenir de manera activa en los espacios donde se gestan las ideas, los planes y fundamentalmente las decisiones”.
Después de las reflexiones y exposiciones, señalaron distintas conclusiones, en las que se manifiesta con claridad que “la situación del país es muy grave”. “… Hace más de 40 años el número de pobres ha ido creciendo de manera escandalosa”.
Entre las posibles causas marcaron el predominio de la especulación financiera y de los mercados, el sistema económico, las políticas de exclusión, los intereses personales por sobre los del bien común, y “una dirigencia que no ha estado a la altura de las circunstancias”.
El presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Lugones, en uno de los paneles, había convocado a un nuevo pacto social. Ahora, desde estas conclusiones, se insiste en la necesidad: “Ha llegado el tiempo de dejar de lado todo lo que nos impide construir un verdadero pacto social y político…”. “Creemos que la gravedad del momento presente, se convierte en un grito humano, en el grito de muchos, especialmente de pobres y vulnerados y que nadie puede dejar de oír”.
Finalmente expresaron que “en un clima fraterno y de diálogo, coincidimos que aunque con mucha dificultad, hay salida“.