“Me siento tremendamente alentado, consolado e inspirado”. Así resume el padre James Martin a Vida Nueva sus sentimientos después de ser recibido en audiencia por el papa Francisco ayer en la biblioteca del palacio apostólico. El jesuita autor de ‘Tender un puente. Cómo la Iglesia católica y la comunidad LGTBI pueden entablar una relación de respeto, compasión y sensibilidad’ (Mensajero) afirma estar “feliz” por “los católicos LGTBI y las personas LGTBI de todo el mundo por esta señal de cuidado y preocupación del Papa”.
El sacerdote estadounidense, la voz más autorizada en el acompañamiento de la pastoral LGTBI –fue reclamado como ponente por la Santa Sede para el Encuentro Mundial de las Familias de Dublín–, evita dar detalles de las “cálidas palabras” que el Papa le ha dedicado en su cita de más de media hora, puesto que “es una conversación privada”. No obstante, “creo que está claro que la reunión en sí fue un signo de aliento”, reconoce en conversación con esta revista.
En este sentido, explica que no es necesario que el Papa envíe un mensaje concreto a esta comunidad, puesto que la reunión, el hecho de haberle recibido, “ya es un mensaje”, advierte el jesuita, que habló con Francisco en castellano e inglés, con solo la presencia de un traductor.
Para el propio jesuita, que se encuentra en Roma estos días, la reunión ha sido una “sorpresa”. “No supe hasta esta semana que me iba a recibir, por eso, las personas que acompaño tampoco eran conscientes. Pero he llevado conmigo sus voces: sus esperanzas y sueños, y sus desafíos y luchas”, señala.
Por último, y según confirma Gerard O’Connell, corresponsal de America Magazine en el Vaticano, el Papa ha leído el libro del padre Martin. Asimismo, la misma fuente vaticana a la que cita el reputado periodista mantiene que Francisco es conocedor de los ataques recibidos por su trabajo en esta pastoral.