El prefecto de la Congregación para los Obispos ha afirmado que “alguien por encima” de él también tiene dudas sobre este tema que se debatirá en el Sínodo por la Amazonía, pero “ha autorizado el debate”
Cuando apenas quedan 3 días para que de comienzo el Sínodo sobre la Amazonía – que se celebrará en el Vaticano del 6 al 27 de octubre -, esta cumbre de los obispos convocada por Francisco sigue posicionándose como una de las más polémicas celebradas hasta ahora. Uno de los principales motivos está plasmado en su Instrumentum laboris, en el que se especifica que, durante el Sínodo, se debatirá la posibilidad de ordenar sacerdotes a hombres casados en las regiones amazónicas, donde pueden pasar meses sin ver a un consagrado y, por ello, sin recibir los sacramentos.
Esto ha dividido la opinión de los obispos, aun antes de empezar, incluso la de aquellos más cercanos al Papa. Y es que, mientras unos, como el cardenal Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, entienden que esto puede ser beneficioso para esas regiones, hay otros que están en absoluto desacuerdo. Entre los escépticos, pero dispuestos a debatir sobre ello, se encuentra el cardenal Marc Ouellet, quien admitió sus dudas acerca del tema durante la presentación de su libro ‘Sacerdotes, amigos del esposo: para una visión renovada del celibato’ (Encuentro).
Ouellet, que es el prefecto de la Congregación para los Obispos y de la comisión de la Santa Sede para América Latina, conoce de cerca la problemática de la Amazonía, y por ello ha remarcado que está dispuesto a debatir las posibles soluciones con respecto a esta región. De hecho, en su libro hace referencia directa a los retos a los que se enfrenta el sacerdocio por la falta de vocaciones y, sobre todo, por el daño causado por los escándalos de abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia.
Sin embargo, el escepticismo de Ouellet nace de que en esta zona ni siquiera hay los catequistas suficientes como para formar a todos sus habitantes y, mucho menos, a los nuevos consagrados. “Por encima de mí hay alguien aún más escéptico que ha autorizado el debate, y eso está bien”, ha señalado, posiblemente haciendo alusión al papa Francisco, pero valorando, aun así, que el debate sobre cómo afrontar la falta de sacerdotes en la región se ponga sobre la mesa.
Ouellet ha defendido enérgicamente el valor del celibato sacerdotal, manifestando que el “sacrificio que realizan los hombres que renuncian a tener familia para ser sacerdotes” es, de por sí, “un testimonio incomparable” para la evangelización y para afrontar los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia.