Fallece el obispo emérito de Huelva, Ignacio Noguer Carmona

  • El prelado, de 88 años, padecía una enfermedad del riñón desde hace 9 años
  • “Ha sido un hombre prudente, sereno y un buen pastor”, ha reconocido el obispo José Vilaplana

Fallece el obispo emérito de Huelva, Ignacio Noguer Carmona

El obispo emérito de Huelva, Ignacio Noguer Carmona, falleció en la noche de ayer jueves, 3 de octubre, a los 88 años de edad. La capilla ardiente ha sido instalada en el obispado de Huelva y permanecerá abierta desde las 12:00 hasta las 00:00 horas de hoy viernes, mientras que el funeral está previsto en la catedral mañana sábado, 5 de octubre, a las 12:00 horas.

Durante los últimos nueve años había padecido una enfermedad del riñón, que había mermado su actividad. En este tiempo, la comunidad del Seminario Diocesano ha sido su hogar.

Noguer fue obispo de Huelva desde el 27 de octubre de 1993 hasta el 17 de julio de 2006, fecha en la que el papa Benedicto XVI admitió, por razones de edad, la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis, nombrándolo administrador apostólico hasta la fecha de la toma de posesión de su sucesor, José Vilaplana Blasco.

El propio Vilaplana ha destacado que “ha sido un buen pastor para este pueblo y nos ha dado un ejemplo admirable de paciencia en su larga enfermedad, que ha ofrecido siempre por el bien de la diócesis. Ha sido un hombre prudente, sereno y yo puedo decir que en él he encontrado siempre un padre, un hermano y un amigo”.

De Sevilla a Huelva

Nacido en Sevilla el 13 de enero de 1931, Noguer fue ordenado sacerdote el 17 de junio de 1956. En septiembre del mismo año fue nombrado superior del Seminario Menor, donde permaneció durante los cinco siguientes cursos. En 1961 acogió el cargo de director en el nuevo Seminario Menor de Pilas, donde estuvo cinco años hasta recibir el encargo del Rectorado del Seminario Mayor de Sevilla. En 1971 pasó a ocupar la Vicaría Episcopal del Clero de reciente creación.

En septiembre de 1976 fue nombrado obispo de Guadix-Baza, diócesis de la que tomó posesión y fue ordenado el día 17 de octubre de ese mismo año. Nombrado obispo coadjutor de Huelva el 12 de noviembre de 1990, tomó posesión el 16 de noviembre de 1990. Tras la visita del Papa Juan Pablo II a Huelva, sucedió a González Moralejo en la sede episcopal onubense el 27 de octubre de 1993.

En relación a sus encargos en la Conferencia Episcopal Española, ha sido presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones y miembro de la Comisión Permanente. También ha pertenecido en dos periodos distintos a la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades. Además, ha sido delegado de los Obispos del Sur para los asuntos concernientes a los Seminarios de las provincias eclesiásticas de Granada y Sevilla.

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