Toca torpedear el Sínodo. Y saben a qué puerta tocar. El cardenal Gerhard Müller no ha sido invitado, pero se hace presente concediendo una entrevista al diario Il Foglio el mismo día en que se abre la Asamblea Sinodal Especial para la Región Panamazónica. El ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que continúa en Roma aunque su encargo en la Curia romana concluyó el 30 de junio de 2017, ataca de nuevo: “Han expulsado a Jesús del Sínodo sobre la Amazonía”.
El purpurado alemán recuerda en su entrevista que el Señor “dio su vida para la salvación de los hombres, no del planeta”. Eso sí, el periodista no le repregunta a qué hombres quiere salvar si no tienen un lugar dónde vivir… Al mismo tiempo, reivindica que la Iglesia no puede convertirse en protagonista de lo que ha pasado a denominar “neopaganismo ambientalista”.
Müller advierte también que el Sínodo sobre la Amazonía puede tener “consecuencias sobre la Iglesia universal”. Y es que, “si se escuchan las voces de algunos de los protagonistas de esta asamblea, se comprende fácilmente que la agenda es totalmente europea”, mantiene el preocupado cardenal.
El entrevistado, que ha leído a fondo el ‘Instrumentum laboris’ del Sínodo, arremete también contra la “pagana” expresión ‘Madre Tierra’: “La tierra viene de Dios y nuestra madre en la fe es la Iglesia. Nosotros somos justificados por la fe, la esperanza y el amor, no por el activismo ambiental. Es cierto que el cuidado de lo creado es importante, después de todo vivimos en un jardín querido por Dios. Pero no es este el punto decisivo. Lo es el hecho de que para nosotros Dios es lo más importante”. Y, como ha hecho en entrevistas anteriores, el purpurado germano carga contra “un documento que no habla de la Revelación, del Verbo encarnado, de la Redención, de la Cruz, de la Vida eterna”.
También se tocan los temas más controvertidos del Sínodo durante la entrevista. Así, sobre la ordenación de ‘viri probati’ para que los fieles puedan recibir los sacramentos, Müller indica que “no existe ni puede existir un derecho al sacramento. Nosotros somos criaturas de Dios, y una criatura no puede reclamar un derecho a su creador. La vida y la gracia son un don. El hombre tiene el derecho de casarse, pero no puede pretender que una determinada mujer lo despose reivindicando un derecho específico. Jesús eligió libremente entre todos sus discípulos a doce de ellos, presentando así su autoridad divina. Eligió a los que él quiso, es Dios quien elige. Nadie puede entrar en el santuario sin ser llamado. Una vez más, prevalece la mentalidad secularizada: se piensa como los hombres, no como Dios”.
El prelado tampoco desaprovecha la ocasión para atacar a sus ‘hermanos’ obispos alemanes. “En Alemania quieren casi refundar la Iglesia católica. Piensan que Cristo es solo un hombre que vivió hace 2.000 años, consideran que no fue un hombre moderno”, indica. Para pasar a ejemplificarlo en un ataque contra el cardenal Reinhard Marx: “En una homilía, Marx ha preguntado retóricamente: ‘Si Cristo estuviese aquí hoy, ¿diría lo que dijo hace 2.000 años?’. Pero Cristo no es una figura histórica como el César. Cristo es insuperable e irreversible, pero esto hoy no parece estar muy claro en ciertas latitudes”.