Hamdan Al Zeqri es un refugiado yemení que llegó a Italia hace 16 años. Ahora, con 33, defenderá su tesis doctoral en Ciencias Religiosas el próximo 15 de octubre, lo que le llevará a convertirse en el primer imán del mundo con un título que le habilita a enseñar religión católica en las escuelas. “Continúo siendo musulmán, pero amo a Jesús, porque islam y Cristo son muy cercanos”, ha afirmado al Corriere Fiorentino.
Actualmente, además de trabajar en una empresa aeroespacial de Mugello, Al Zeqri es guía espiritual en la cárcel de Sollicciano, en Florencia, ciudad donde estudia y cuya curia ha financiado su doctorado. Sin embargo, ha sido la comunidad islámica de esta ciudad toscana la que le ha animado a decantarse por la teología cristiana para así poder fortalecer el diálogo interreligioso.
“No han tratado de convertirme”
De esta manera, durante cuatro años, Al Zeqri ha estudiado junto a seminaristas, sacerdotes y monjas. “Muchos de mis mejores amigos son sacerdotes”, ha afirmado. “Ha sido toda una experiencia ir más allá de los estereotipos y prejuicios para conocer a estas personas”, ha añadido. Y es que, durante estos años, ha descubierto que el Islam y el cristianismo “tienen mucho en común a nivel humano y social”.
“La verdad es que estudiar la religión de los demás no significa en absoluto estar en riesgo de convertirse, sino de comprenderlos más profundamente“, ha explicado. Además, el joven ha subrayado que “la Diócesis de Florencia no solo no trató de convertirme, sino que me apoyó en todos los sentidos y trató de hacerme sentir a gusto como musulmán”.