El próximo 1 de diciembre el nuevo nuncio en España, Bernardito Auza, aterrizará en nuestro país. Pero hasta ese momento, su agenda en Manhattan continúa. En la semana en la que se celebra el Día de la Niña, el hasta ahora observador permanente de la Santa Sede ante la ONU ha lanzado un alegato en el que insta a la sociedad a “avanzar y defender todos los derechos derivados de la dignidad inalienable de cada mujer y niña”.
“La Santa Sede insiste en la igualdad en la dignidad entre hombres y mujeres y en el respeto igualitario en todas las etapas de sus vidas … Esto sigue siendo una prioridad y un enfoque de la Santa Sede”, escribe en un mensaje enmarcado también en el 25 aniversario de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre la Mujer.
El diplomático filipino sitúa el papel de las mujeres en el mundo como “único e irreemplazable”. “Si bien se han logrado avances significativos para aumentar la participación de las mujeres en la vida social, política, económica y cultural, y para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas, queda mucho por lograr”, valora Auza.
En esta misma línea, el nuevo nuncio se muestra preocupado por la explotación y exclusión que padecen las mujeres migrantes: “Estas mujeres merecen ser acogidas, protegidas e integradas con dignidad en nuestras comunidades. También merecen un reconocimiento pleno e igualitario ante la ley, incluso a través del acceso a la justicia”. Otra de las alertas lanzadas por este experto en relaciones internacionales se dirige hacia el tráfico de bebés y la gestación subrogada.
“Nunca habrá justicia, incluida la igualdad, el desarrollo y la paz, para las mujeres o para los hombres, a menos que haya una determinación inquebrantable de respetar, proteger, amar y servir a la vida: cada vida humana, en cada etapa y en cada situación”, sentencia Auza parafraseando a Juan Pablo II.