Ha participado en distintos programas televisivos como ‘Operación Triunfo’ y ‘La Voz’. También ha colaborado en ‘Pequeños Gigantes’ y ‘Los Gipsy King’. En teatro musical trabajó en ‘La Reina de las Nieves’, ‘ABBA’ e ‘Into the Woods’ y fue nuestro representante en el Festival Viña del Mar 2018 (Chile) y en El Ciervo de Oro (Rumanía). Ahora seguirá encarnando al apóstol Santiago en la segunda temporada de ’33 El Musical’, que ya han visto más de 120.000 espectadores.
PREGUNTA.- ¿Qué le une al apóstol Santiago?
RESPUESTA.- Santiago es un guerrero muy amigo de Jesús, muy cercano. Los doce no pueden tener todo el tiempo un protagonismo, por tanto, en la obra se destaca a Pedro, Juan y Santiago. Estoy muy cerca de Jesús e incluso hay un momento en que voy a un programa de televisión a defenderle en un debate.
P.- ¡Qué moderno!
R.- (risas) Sí, sí, es como un Sálvame, donde van distintos personajes que van a criticar la vida de Jesús, y Santiago es el apóstol que acude a defenderle. (…)
P.- Es de etnia gitana y evangélico. ¿Cómo vive su comunidad su papel ‘católico’?
R.- Al principio todo eran dudas. Pensé mucho si hacer el musical o no, por mis creencias, por mi raza, por no ofender, por lo que tengo inculcado. Pero cuando leí el libreto lo tuve clarísimo. Se basa en las escrituras, nos recuerda que Dios es amor, que hizo milagros, que llegó para salvarnos, que dio la vida por nosotros y que hay una vida después, mejor que esta… Por eso invito a todo el mundo a que venga a ver el musical y que reciba el mensaje de que Dios les ama y que para todo hay una salida. Que no nos acordemos de él solo cuando las cosas van mal. Dios bendice las vidas y el que entra a ver el musical, sale renovado. (…)
P.- ¿Le apetecería ser pastor?
R.- (risas). Yo creo que es un cargo muy fuerte. “Muchos serán llamados y pocos los elegidos”. No quiero ser de los no elegidos. Pero creo en los propósitos de Dios. Si él me dice que dentro de unos años debo serlo, lo acataré, porque para él no hay nada imposible, pero no me veo capacitado para llevar a un rebaño de almas y que ninguna se pierda.
